China acapara minerales estratégicos

La continua disminución de las cuotas de exportación de las llamadas "tierras raras" impuesta por China provoca ansiedad entre los fabricantes de productos de alta tecnología.


Aunque estos minerales son componentes que se usan para la tecnológica digital y la tecnología "verde", no suele ser un mercado que llame mucho la atención.

Muchas personas utilizan objetos que contienen tierras raras sin saberlo. Quizás el ejemplo más famoso es el de los auriculares del Ipod, que llevan imanes permanentes de neodimio.

Los vehículos híbridos, un mercado para el futuro, como el Toyota Prius o el Wolkwagen Jetta, usan en promedio 15 kilogramos de tierras raras por vehículo, necesaria en su mayoría para la batería NiMH que utiliza en conjunción con un motor de combustión interna.

Otra aplicación es la fabricación de armas, como misiles de precisión.

Sin que se hayan dado cuenta, las naciones del primer mundo, grandes consumidores de todo tipo de objetos de alta tecnología, se han vuelto dependientes de estos minerales.

En 1992, el entonces presidente de China Deng Xiaoping dijo "En el Oriente Medio hay petróleo, en China hay tierras raras".

Elemento estratégico
De hecho las tierras raras, un nombre engañoso porque son realmente metales y tampoco son muy escasos, figuran en la categoría de elementos estratégicos de muchos países como Japón y Estados Unidos.

Se estima que China posee un 35% de las reservas mundiales y cuenta con la mayor reserva conocida situada en Baotou, Mongolia Interior. Pero las tierras raras se encuentran también en varias otras partes del mundo.

"Con la tecnología accesible actualmente hay suficiente tierra rara mineralizada en América del Norte, Australia, el Sudeste Asiático, Vietnam y Sudáfrica como para que la industria mundial sea independiente de China", afirma Jack Lifton, un especialista en tierras raras estadounidense.

97% del mercado global
¿Cómo explicar entonces que China suministre el 97% de las tierras raras para el mercado global?

La respuesta es simple: el factor capitalista.

Hasta 1989, Mountain Pass en California era la reserva que suministraba la mayor cantidad de tierras raras en el mundo.

Pero la competencia china en las últimas décadas aplastó a otros productores de tierras raras como Mountain Pass, que dejó de minar en 2002.

Si bien tierras raras se encuentran en muchas partes, el dilema es encontrar reservas que puedan ser explotadas de manera rentable.

Irónicamente, estos minerales que se usan para fabricar tecnología verde crean problemas ambientales a la hora de extraerlos y separarlos.

Lo que pasa es que la mayoría de las reservas llevan también thorium radioactivo.

China reduce cuotas de exportación…
Mientras los precios se conservaron relativamente bajos y el acceso a tierras raras no era regulado, ningún país se oponía a que China dominara la producción global porque pocos estaban dispuestos a enfrentarse a los riesgos ambientales que genera su extracción y refinamiento.

Pero ahora que las cuotas de exportación disminuyen y aumenta constantemente el consumo chino (estimado entre 60 y 70% de la producción) el resto del mundo se despierta y empieza a preocuparse por esta situación.

China quiere promover la fabricación de productos con alto valor añadido y restringir la exportación de materias primas con el objetivo de crear empleos. Esto perjudicaría a otros países fabricantes de productos de alta tecnología hasta que encuentren otras fuentes de suministro.

La idea del gobierno chino es de forzar a los fabricantes que necesitan estos minerales a relocalizar sus fábricas de alta tecnología en el país asiático.

…Mientras sube el consumo global
Según información proporcionada a BBC Mundo por Metal-Pages esta política empezó realmente en el 2004 cuando China eliminó la devolución fiscal sobre las exportaciones de tierras raras e impuso aranceles.

A partir del 2007 China se puso más firme en su postura, bajando las cuotas de exportaciones. Todas las indicaciones actuales apuntan a una tendencia a la baja en los próximos años.

Mientras el consumo global subía de 98.000 toneladas de óxidos de tierras raras (REO, por su sigla en inglés) en 2005 hasta 132.500 REO en 2008, la cuota para la exportación en China caía de un 29% en el mismo periodo.

La empresa China Minmetals Non-ferrous Metals Co. Ltd. estima que la cuota va a seguir bajando en 2009 en un 2.5%.

“Nuevas fuentes y nuevos tipos [de tierras raras] serán necesarias mientras crece la tecnología híbrida dentro de la industria automóvil”, dijo a BBC Mundo Jana Hartline, la gerente de comunicaciones ambientales de Toyota en Estados Unidos.

Tecnología y reservas disponibles
Una posible salida está a disposición de países como Estados Unidos que cuentan con la tecnología y las reservas suficientes para independizarse de China.

Hasta ahora les convenía que el gigante Asiático produzca tierras raras por motivos económicos y ambientales pero un cambio de política parece inminente.

El director ejecutivo de Molycorp, que compró la reserva de Mountain Pass, asegura que la producción de tierras raras en Estados Unidos va a empezar de nuevo. ¿Pero a qué precio?

Tan sólo los costos de supervisión y conformidad ambientales alcanzan US$ 2,4 millones por año. Costos que las empresas basadas en China no tienen que pagar.

“Estamos absolutamente seguros que nuestra mina y nuestras instalaciones de procesamiento serán competitivas con productores chinos”, dijo Smith a BBC Mundo.

Smith explica que el perfeccionamiento del procesamiento les permitirá producir la misma cantidad de tierras raras con la mitad de minerales.

China compra minas australianas
A la velocidad que crece la economía china y la demanda domestica de tierras raras, Smith anticipa que el país asiático podría incluso volverse en un importador de tierras raras dentro de 3 o 5 años.

Para subvenir a esta demanda China intenta precisamente aumentar su participación en minas en otros paises pese a los obstáculos con que se enfrente.

El 7 de septiembre el Comité de Revisión de Inversiones Extranjeras australiano (FIRB, por su sigla en inglés) postergó hasta octubre la compra de Lynas Corporation, una empresa australiana de extracción de tierras raras, por una compañía china China Non-Ferrous Metal Mining Corporation.

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