La red de 147
Por Alfredo Zaiat
La Escuela Politécnica Federal (ETH) de Zurich es una universidad pública pionera en Europa. Su prestigio se debe a los muchos científicos que han pasado por sus aulas y laboratorios y a 21 premios Nobel en sus más de 150 años de existencia; entre los más famosos está Albert Einstein. Una investigación realizada por tres especialistas de esa casa de estudios dedicados a la teoría de diseño de sistemas permite abonar el campo de la conspiración del poder económico mundial o puede facilitar la comprensión del funcionamiento de la actual etapa del capitalismo dominada por las finanzas globales. Esos investigadores no son economistas, ni sociólogos ni politólogos, sino que su interés fue, sobre la base de las herramientas que brinda su disciplina, construir la estructura de la red de control de las empresas transnacionales. Una opinión generalizada considera que la economía mundial está dominada por un puñado de poderosas compañías globales. Pero no había una investigación científica que la pudiera cuantificar. Stefania Vitali, James B. Glattfelder y Stefano Battiston lo hicieron y titularon el trabajo “The network of global corporate control”. El dato impactante es la conclusión: 147 compañías controlan sociedades que concentran el 40 por ciento de los ingresos corporativos mundiales.
En términos más amplios, 1318 trasnacionales poseen directa o indirectamente acciones de sociedades que representan el 60 por ciento de esos ingresos. En una depuración aún más fina alcanzaron el núcleo central de la red: 147. Menos del uno por ciento del total de las compañías son capaces de controlar el 40 por ciento de los ingresos. La mayoría son instituciones financieras. La lista de las top 20 está integrada por:
1. Barclays plc.
2. Capital Group Companies Inc.
3. FMR Corporation.
4. AXA.
5. State Street Corporation.
6. JP Morgan Chase & Co.
7. Legal & General Group plc.
8. Vanguard Group Inc.
9. UBS AG.
10. Merrill Lynch & amp; Co Inc.
11. Wellington Management Co LLP.
12. Deutsche Bank AG.
13. Franklin Resources Inc.
14. Credit Suisse Group.
15. Walton Enterprises LLC (holding de los herederos WalMart).
16. Bank of New York Mellon Corp.
17. Natixis.
18. Goldman Sachs Group Inc.
19. T Rowe Price Group Inc.
20. Legg Mason Inc.
Los investigadores reconocen que su tarea no fue fácil porque las sociedades pueden ejercer control sobre otras a través de una red de relaciones de propiedad directa e indirecta que se extiende a lo largo de muchos países. “Descubrir la estructura global de control de las empresas nunca se llevó a cabo antes y es el objetivo del presente trabajo”, adelantan en la introducción. Tomaron una base de datos de 37 millones de empresas e inversores de todo el mundo (la fuente informativa es OrbisBvD 2007), y realizaron una primera depuración, quedando 43.060 transnacionales, con las respectivas participaciones accionarias que las vinculan. Luego construyeron un modelo, sustentado en la teoría de diseño de sistemas complejos, de esas empresas, de la red de accionistas que las controlan y de los ingresos operativos de cada compañía. Así armaron el mapa de la estructura del poder económico mundial (http://arxiv.org/PS_cache/arxiv/pdf/1107/1107.5728v2.pdf).
“La realidad es tan compleja que debemos alejarnos del dogma, si se trata de teorías de conspiración o de libre mercado”, afirma James Glattfelder, uno de los investigadores. “Nuestro análisis está basado en la realidad”, sentencia.
La revista NewScientist difundió la investigación que generó un interesante debate en la revista Forbes. En la primera publicación, el artículo “The capitalist network that runs the world” (La red capitalista que gobierna el mundo), escrito por Andy Coghlan y Debora MacKenzie, destaca que mientras las protestas contra el poder financiero recorren el mundo, “la ciencia puede haber confirmado los peores de los temores”. La investigación ha identificado “un grupo relativamente pequeño de empresas, principalmente bancos, con un poder desproporcionado sobre la economía global”. De todos modos, advierten que el análisis asume que la propiedad equivale a control, lo cual no siempre es cierto. “La mayoría de las acciones de la compañía están en manos de gestores de fondos que pueden o no pueden controlar lo que las empresas hacen”, afirman.
Esta cuestión es la principal línea crítica a la investigación del trío suizo. Eric Savitz, de la revista Forbes, escribió “Retort: The 147 companies that run the world? They’re you” (Réplica: ¿Las 147 compañías que manejan el mundo? Son usted.) “La mayoría de las empresas en la lista de las 50 primeras son simplemente sociedades de inversión; no están operando las empresas (la única es el puesto 50, Petroquímica de China). El enorme tamaño de estas empresas no es más que un reflejo de la forma en que la mayoría de la gente invierte en los mercados públicos, a través de fondos de inversión”, señala. Afirma que “Barclays (el administrador más grande de fondos), Capital Group (ejecuta los fondos American Group) y FMR (el holding de Fidelity Funds) no controlan el mundo; tienen participaciones en compañías a través de fondos de inversión. No son un grupo secreto”. Savitz explica que así funciona el mercado de capitales, donde un elevado porcentaje de la población ahorra (44 por ciento de los hogares estadounidenses invierten en entidades financieras que administran fondos) para pagar la universidad de los hijos, comprar una nueva casa o para la futura jubilación. “¿Hay abusos de esas instituciones? Seguro. Pero hay alternativas: si no le gusta el resultado, puede retirar sus activos de las entidades infractoras y los puede colocar en otra. No hay ninguna conspiración. Es lo que se hace en los mercados financieros: invertir capitales en nombre de pequeños y grandes inversores”, indica Savitz, criticando la interpretación que emerge del documento de los suizos.
La posición de Savitz es la de defensa de las finanzas globales. Los investigadores suizos preveían esa reacción, entonces le dedicaron una sección del documento para relativizarla. “Nuestra noción de control está relacionada con la definición de ‘potencia’ de (Max) Weber, es decir, la probabilidad de un individuo DE ser capaz de imponer su voluntad a pesar de la oposición de los otros.” Describen que en la literatura sobre el control de las empresas hay un debate sobre las instituciones financieras que poseen paquetes accionarios mayoritarios que, por un lado, no se supone que sean para buscar una participación activa en las estrategias de las empresas; sin embargo; destacan que inversores institucionales, incluidos bancos y fondos de inversión, ejercen esa posición de poder para influir a través de conversaciones informales en la gestión “a cambio de negocios o ‘favores’ haciendo valer el paquete mayoritario de acciones”. Esto deriva para Vitali, Glattfelder y Battiston en que “la estructura de la red de control de las empresas transnacionales afecta a la competencia del mercado mundial y la estabilidad financiera global”.
La inestabilidad de la actual fase del capitalismo global se encuentra precisamente, según esos investigadores, en cómo se ha extendido el poder de las finanzas a través de la red de 147. Al identificar la arquitectura del poder económico global afirman con exagerado optimismo que “podría ayudar a que haya más estabilidad descubrir los aspectos vulnerables del sistema y así, los economistas, puedan sugerir medidas para prevenir futuros colapsos que se extienden a toda la economía”.
nota original
La Escuela Politécnica Federal (ETH) de Zurich es una universidad pública pionera en Europa. Su prestigio se debe a los muchos científicos que han pasado por sus aulas y laboratorios y a 21 premios Nobel en sus más de 150 años de existencia; entre los más famosos está Albert Einstein. Una investigación realizada por tres especialistas de esa casa de estudios dedicados a la teoría de diseño de sistemas permite abonar el campo de la conspiración del poder económico mundial o puede facilitar la comprensión del funcionamiento de la actual etapa del capitalismo dominada por las finanzas globales. Esos investigadores no son economistas, ni sociólogos ni politólogos, sino que su interés fue, sobre la base de las herramientas que brinda su disciplina, construir la estructura de la red de control de las empresas transnacionales. Una opinión generalizada considera que la economía mundial está dominada por un puñado de poderosas compañías globales. Pero no había una investigación científica que la pudiera cuantificar. Stefania Vitali, James B. Glattfelder y Stefano Battiston lo hicieron y titularon el trabajo “The network of global corporate control”. El dato impactante es la conclusión: 147 compañías controlan sociedades que concentran el 40 por ciento de los ingresos corporativos mundiales.
En términos más amplios, 1318 trasnacionales poseen directa o indirectamente acciones de sociedades que representan el 60 por ciento de esos ingresos. En una depuración aún más fina alcanzaron el núcleo central de la red: 147. Menos del uno por ciento del total de las compañías son capaces de controlar el 40 por ciento de los ingresos. La mayoría son instituciones financieras. La lista de las top 20 está integrada por:
1. Barclays plc.
2. Capital Group Companies Inc.
3. FMR Corporation.
4. AXA.
5. State Street Corporation.
6. JP Morgan Chase & Co.
7. Legal & General Group plc.
8. Vanguard Group Inc.
9. UBS AG.
10. Merrill Lynch & amp; Co Inc.
11. Wellington Management Co LLP.
12. Deutsche Bank AG.
13. Franklin Resources Inc.
14. Credit Suisse Group.
15. Walton Enterprises LLC (holding de los herederos WalMart).
16. Bank of New York Mellon Corp.
17. Natixis.
18. Goldman Sachs Group Inc.
19. T Rowe Price Group Inc.
20. Legg Mason Inc.
Los investigadores reconocen que su tarea no fue fácil porque las sociedades pueden ejercer control sobre otras a través de una red de relaciones de propiedad directa e indirecta que se extiende a lo largo de muchos países. “Descubrir la estructura global de control de las empresas nunca se llevó a cabo antes y es el objetivo del presente trabajo”, adelantan en la introducción. Tomaron una base de datos de 37 millones de empresas e inversores de todo el mundo (la fuente informativa es OrbisBvD 2007), y realizaron una primera depuración, quedando 43.060 transnacionales, con las respectivas participaciones accionarias que las vinculan. Luego construyeron un modelo, sustentado en la teoría de diseño de sistemas complejos, de esas empresas, de la red de accionistas que las controlan y de los ingresos operativos de cada compañía. Así armaron el mapa de la estructura del poder económico mundial (http://arxiv.org/PS_cache/arxiv/pdf/1107/1107.5728v2.pdf).
“La realidad es tan compleja que debemos alejarnos del dogma, si se trata de teorías de conspiración o de libre mercado”, afirma James Glattfelder, uno de los investigadores. “Nuestro análisis está basado en la realidad”, sentencia.
La revista NewScientist difundió la investigación que generó un interesante debate en la revista Forbes. En la primera publicación, el artículo “The capitalist network that runs the world” (La red capitalista que gobierna el mundo), escrito por Andy Coghlan y Debora MacKenzie, destaca que mientras las protestas contra el poder financiero recorren el mundo, “la ciencia puede haber confirmado los peores de los temores”. La investigación ha identificado “un grupo relativamente pequeño de empresas, principalmente bancos, con un poder desproporcionado sobre la economía global”. De todos modos, advierten que el análisis asume que la propiedad equivale a control, lo cual no siempre es cierto. “La mayoría de las acciones de la compañía están en manos de gestores de fondos que pueden o no pueden controlar lo que las empresas hacen”, afirman.
Esta cuestión es la principal línea crítica a la investigación del trío suizo. Eric Savitz, de la revista Forbes, escribió “Retort: The 147 companies that run the world? They’re you” (Réplica: ¿Las 147 compañías que manejan el mundo? Son usted.) “La mayoría de las empresas en la lista de las 50 primeras son simplemente sociedades de inversión; no están operando las empresas (la única es el puesto 50, Petroquímica de China). El enorme tamaño de estas empresas no es más que un reflejo de la forma en que la mayoría de la gente invierte en los mercados públicos, a través de fondos de inversión”, señala. Afirma que “Barclays (el administrador más grande de fondos), Capital Group (ejecuta los fondos American Group) y FMR (el holding de Fidelity Funds) no controlan el mundo; tienen participaciones en compañías a través de fondos de inversión. No son un grupo secreto”. Savitz explica que así funciona el mercado de capitales, donde un elevado porcentaje de la población ahorra (44 por ciento de los hogares estadounidenses invierten en entidades financieras que administran fondos) para pagar la universidad de los hijos, comprar una nueva casa o para la futura jubilación. “¿Hay abusos de esas instituciones? Seguro. Pero hay alternativas: si no le gusta el resultado, puede retirar sus activos de las entidades infractoras y los puede colocar en otra. No hay ninguna conspiración. Es lo que se hace en los mercados financieros: invertir capitales en nombre de pequeños y grandes inversores”, indica Savitz, criticando la interpretación que emerge del documento de los suizos.
La posición de Savitz es la de defensa de las finanzas globales. Los investigadores suizos preveían esa reacción, entonces le dedicaron una sección del documento para relativizarla. “Nuestra noción de control está relacionada con la definición de ‘potencia’ de (Max) Weber, es decir, la probabilidad de un individuo DE ser capaz de imponer su voluntad a pesar de la oposición de los otros.” Describen que en la literatura sobre el control de las empresas hay un debate sobre las instituciones financieras que poseen paquetes accionarios mayoritarios que, por un lado, no se supone que sean para buscar una participación activa en las estrategias de las empresas; sin embargo; destacan que inversores institucionales, incluidos bancos y fondos de inversión, ejercen esa posición de poder para influir a través de conversaciones informales en la gestión “a cambio de negocios o ‘favores’ haciendo valer el paquete mayoritario de acciones”. Esto deriva para Vitali, Glattfelder y Battiston en que “la estructura de la red de control de las empresas transnacionales afecta a la competencia del mercado mundial y la estabilidad financiera global”.
La inestabilidad de la actual fase del capitalismo global se encuentra precisamente, según esos investigadores, en cómo se ha extendido el poder de las finanzas a través de la red de 147. Al identificar la arquitectura del poder económico global afirman con exagerado optimismo que “podría ayudar a que haya más estabilidad descubrir los aspectos vulnerables del sistema y así, los economistas, puedan sugerir medidas para prevenir futuros colapsos que se extienden a toda la economía”.
nota original
Comentarios
Publicar un comentario