Concentración de riqueza
Por Alfredo Zaiat
Hace cinco años, el 15 de septiembre de 2008, quebraba el banco de inversión Lehman Brothers, uno de los símbolos del capitalismo financiero global. Un año antes había estallado la burbuja especulativa con préstamos hipotecarios denominados subprime. Estos seis años de crisis en Estados Unidos y en Europa, economías que siguen estancadas o en recesión, han profundizado la concentración del capital financiero y la riqueza. O sea, los bancos culpables de la debacle económica global más profunda desde el crac del ’29 del siglo pasado se fortalecieron, y el núcleo minoritario de la población que era rica ahora es más rica. ¿Cómo se alcanzó ese resultado si existe una idea naturalizada en la sociedad, impulsada precisamente por el poder económico, acerca de que en una crisis todos pierden? Lo logran porque tienen un activo imprescindible para preservar privilegios: además del dinero, la soberbia de los promotores de la ignorancia, que aquí hay en abundancia.
La estructura económica de las potencias sostenida en los pilares de las finanzas tambaleaba con la caída de Lehman Brothers. El postulado de la autorregulación de los mercados, concepto central del discurso económico dominante, conocido como neoliberalismo, empezó a ser cuestionado. Lo que se presentaba como verdad absoluta en el mundo académico trasladado a la gestión de la economía mostraba su peor rostro. Destrucción de riqueza financiera, quiebras de bancos y empresas, desalojos de familias de sus viviendas, pérdidas de fuente de trabajo, ajuste y retroceso de derechos laborales y sociales. Para organizar el salvataje del sistema hubo una fingida revalorización del Estado como herramienta para amortiguar el vendaval. El capitalismo ordenado por las finanzas globales estaba en crisis. Pero resistió el golpe y pudo seguir marcando el ritmo de la economía mundial a partir de su extraordinaria capacidad de lobby, el inmenso poder sobre el mundo de la política y dominio en los organismos multilaterales y en el espacio académico formador de los profesionales que luego actuarán como soporte teórico para sus negocios.
La crisis en Estados Unidos y Europa transita por el sexto año, con tímidos amagues de recuperación manteniendo a esas economías estancadas o en recesión. Mientras, los grandes bancos siguen con su tradicional secuencia de fraudes, que el sistema lo resuelve con el pago de multas, como el último del JP Morgan Chase, banco que desembolsó 920 millones de dólares para archivar la estafa por maniobras con bonos de deuda europea. No sólo los grandes bancos se han fortalecido con la crisis; también los ultra ricos. Desde que estalló la crisis en 2008, aumentó la cantidad de desocupados y pobres en Estados Unidos y Europa. También subió la cantidad de ricos. Existe una idea generalizada que dice que en las grandes crisis pierden todos. Ricos y pobres; trabajadores y empresarios. No es así. También predomina la noción que el deterioro general no le conviene a nadie. A unos pocos sí, o les resulta indiferente puesto que sus riquezas no se ven afectadas, y si son alcanzadas por un momento de turbulencia es circunstancial.
El World Ultra Wealth Report define como Ultra High Net Worth Individuals (Uhnwi) a personas con activos superiores a 30 millones de dólares, sin contabilizar sus casas y bienes de colección (obras de arte, entre otros) y de consumo durable (autos, aviones, yates). Sólo contabiliza el efectivo y los activos de fácil realización. Por lo tanto, esos ricos tienen una riqueza superior a esos 30 millones de dólares de inmediata disponibilidad.
El recorrido de esas fortunas desde la quiebra de Lehman Brothers fue la siguiente:
- Entre 2008 y 2009, la población Uhnwi cayó 20,1 por ciento al sumar 174.697 personas perdiendo el 22 por ciento de los activos totales para ubicarse en unos 24 billones de dólares. “No actuaron con suficiente rapidez, reduciendo demasiado tarde sus inversiones en acciones y bienes raíces, lo que se tradujo en fuertes pérdidas, por lo menos en el papel”, explica Tara Loader Wilkinson, analista de Wealth-X, firma que ofrece el perfil de los ultra ricos para profesionales de las finanzas dedicados a la gestión de patrimonios privados.
- En 2010 comenzó la recuperación: la población muy rica aumentó 17 por ciento y su riqueza, 18,7 por ciento.
- En 2011, esa misma tendencia continuó y las variaciones positivas fueron similares al año anterior.
- El 2012 registró un crecimiento lento entre la población muy rica de sólo el 0,6 por ciento (187.380 personas), mientras que la riqueza se redujo el 1,8 por ciento al totalizar 25,7 billones de dólares.
- Sin embargo, fue un tropiezo porque en 2013 se consolidó la recuperación, alcanzando el máximo histórico de cantidad de personas ultra ricas, al sumar 199.235 personas con activos globales por 27,8 billones de dólares, lo que implicó un aumento de 6,7 y 7,7 por ciento, respectivamente, respecto a 2012.
El saldo ha sido que desde el piso de 2009 hasta el año pasado, la población ultra rica del mundo ha crecido 42,7 por ciento, y su riqueza (sin ajustar por inflación) se ha incrementado 44,1 por ciento, según el Informe mundial de la ultra riqueza de Wealth-X, publicado en conjunto con el banco suizo UBS, entidad especializada en administrar y custodiar esas fortunas. Sin rastros de la peor crisis.
En América del Norte habitan 70.485 ultra ricos, acumulando en conjunto 9,7 billones de dólares, concentrándose en Estados Unidos (65.505 con 9,1 billones). El PBI estadounidense es de 15,7 billones de dólares y la población de ese país es de 314 millones de personas. Apenas 65.505 personas (el 0,02 por ciento del total) concentran riquezas equivalentes al 58 por ciento del Producto de la primera potencia del mundo.
El PBI mundial suma 78,9 billones de dólares. La riqueza de las 199.235 personas ultra ricas suma 27,8 billones de dólares. Ese monto equivale al 35 por ciento del Producto mundial.
La inestabilidad económica en los últimos años no ha afectado al reducido grupo que concentra patrimonios inmensos, superiores en algunos casos a PBI de países periféricos. La cantidad de ultra multimillonario se ha incrementado como también su riqueza pese a la permanencia de una prolongada incertidumbre global. El informe de Wealth-X identificó dentro de ese grupo a los más multimillonarios: son 2170 a nivel mundial, con una fortuna en conjunto de 6,5 billones de dólares, equivalente a 23 ciento del total de la riqueza de los ultra ricos.
Desde la quiebra de Lehman Brothers que precipitó la crisis financiera global hay más ultra ricos con más fortuna acumulada. Y en la región del mundo donde más aumentaron fueron en el epicentro de la debacle: Estados Unidos y Europa. En 2013 cerca de 10 mil personas se sumaron al grupo de millonarios incrementando riquezas por 1,5 billón de dólares. Algunas cifras del informe son elocuentes. En España, la cantidad de ultra ricos sumó 1625 personas en 2013. El dato notable es que aumentó 6,9 por ciento respecto al año anterior. Lo mismo sucedió en Grecia, que de un año a otro pasó de 455 a 505 ultra ricos, incrementando en 11 por ciento los participantes en el núcleo de privilegio. Ambos países son los más castigados por un ajuste que declaró el default socio-laboral con millones de desempleados.
La única región que en 2013 no incrementó la cantidad de ultra ricos ni el monto de riqueza acumulada fue América latina, con una caída de 4,1 y 3,4 por ciento, respectivamente.
Las finanzas globales y el neoliberalismo siguen siendo dominantes pese a la peor crisis económica global desde la depresión del ‘30. El saldo es más concentración de riqueza en una minoría de ultra ricos.
nota original
Hace cinco años, el 15 de septiembre de 2008, quebraba el banco de inversión Lehman Brothers, uno de los símbolos del capitalismo financiero global. Un año antes había estallado la burbuja especulativa con préstamos hipotecarios denominados subprime. Estos seis años de crisis en Estados Unidos y en Europa, economías que siguen estancadas o en recesión, han profundizado la concentración del capital financiero y la riqueza. O sea, los bancos culpables de la debacle económica global más profunda desde el crac del ’29 del siglo pasado se fortalecieron, y el núcleo minoritario de la población que era rica ahora es más rica. ¿Cómo se alcanzó ese resultado si existe una idea naturalizada en la sociedad, impulsada precisamente por el poder económico, acerca de que en una crisis todos pierden? Lo logran porque tienen un activo imprescindible para preservar privilegios: además del dinero, la soberbia de los promotores de la ignorancia, que aquí hay en abundancia.
La estructura económica de las potencias sostenida en los pilares de las finanzas tambaleaba con la caída de Lehman Brothers. El postulado de la autorregulación de los mercados, concepto central del discurso económico dominante, conocido como neoliberalismo, empezó a ser cuestionado. Lo que se presentaba como verdad absoluta en el mundo académico trasladado a la gestión de la economía mostraba su peor rostro. Destrucción de riqueza financiera, quiebras de bancos y empresas, desalojos de familias de sus viviendas, pérdidas de fuente de trabajo, ajuste y retroceso de derechos laborales y sociales. Para organizar el salvataje del sistema hubo una fingida revalorización del Estado como herramienta para amortiguar el vendaval. El capitalismo ordenado por las finanzas globales estaba en crisis. Pero resistió el golpe y pudo seguir marcando el ritmo de la economía mundial a partir de su extraordinaria capacidad de lobby, el inmenso poder sobre el mundo de la política y dominio en los organismos multilaterales y en el espacio académico formador de los profesionales que luego actuarán como soporte teórico para sus negocios.
La crisis en Estados Unidos y Europa transita por el sexto año, con tímidos amagues de recuperación manteniendo a esas economías estancadas o en recesión. Mientras, los grandes bancos siguen con su tradicional secuencia de fraudes, que el sistema lo resuelve con el pago de multas, como el último del JP Morgan Chase, banco que desembolsó 920 millones de dólares para archivar la estafa por maniobras con bonos de deuda europea. No sólo los grandes bancos se han fortalecido con la crisis; también los ultra ricos. Desde que estalló la crisis en 2008, aumentó la cantidad de desocupados y pobres en Estados Unidos y Europa. También subió la cantidad de ricos. Existe una idea generalizada que dice que en las grandes crisis pierden todos. Ricos y pobres; trabajadores y empresarios. No es así. También predomina la noción que el deterioro general no le conviene a nadie. A unos pocos sí, o les resulta indiferente puesto que sus riquezas no se ven afectadas, y si son alcanzadas por un momento de turbulencia es circunstancial.
El World Ultra Wealth Report define como Ultra High Net Worth Individuals (Uhnwi) a personas con activos superiores a 30 millones de dólares, sin contabilizar sus casas y bienes de colección (obras de arte, entre otros) y de consumo durable (autos, aviones, yates). Sólo contabiliza el efectivo y los activos de fácil realización. Por lo tanto, esos ricos tienen una riqueza superior a esos 30 millones de dólares de inmediata disponibilidad.
El recorrido de esas fortunas desde la quiebra de Lehman Brothers fue la siguiente:
- Entre 2008 y 2009, la población Uhnwi cayó 20,1 por ciento al sumar 174.697 personas perdiendo el 22 por ciento de los activos totales para ubicarse en unos 24 billones de dólares. “No actuaron con suficiente rapidez, reduciendo demasiado tarde sus inversiones en acciones y bienes raíces, lo que se tradujo en fuertes pérdidas, por lo menos en el papel”, explica Tara Loader Wilkinson, analista de Wealth-X, firma que ofrece el perfil de los ultra ricos para profesionales de las finanzas dedicados a la gestión de patrimonios privados.
- En 2010 comenzó la recuperación: la población muy rica aumentó 17 por ciento y su riqueza, 18,7 por ciento.
- En 2011, esa misma tendencia continuó y las variaciones positivas fueron similares al año anterior.
- El 2012 registró un crecimiento lento entre la población muy rica de sólo el 0,6 por ciento (187.380 personas), mientras que la riqueza se redujo el 1,8 por ciento al totalizar 25,7 billones de dólares.
- Sin embargo, fue un tropiezo porque en 2013 se consolidó la recuperación, alcanzando el máximo histórico de cantidad de personas ultra ricas, al sumar 199.235 personas con activos globales por 27,8 billones de dólares, lo que implicó un aumento de 6,7 y 7,7 por ciento, respectivamente, respecto a 2012.
El saldo ha sido que desde el piso de 2009 hasta el año pasado, la población ultra rica del mundo ha crecido 42,7 por ciento, y su riqueza (sin ajustar por inflación) se ha incrementado 44,1 por ciento, según el Informe mundial de la ultra riqueza de Wealth-X, publicado en conjunto con el banco suizo UBS, entidad especializada en administrar y custodiar esas fortunas. Sin rastros de la peor crisis.
En América del Norte habitan 70.485 ultra ricos, acumulando en conjunto 9,7 billones de dólares, concentrándose en Estados Unidos (65.505 con 9,1 billones). El PBI estadounidense es de 15,7 billones de dólares y la población de ese país es de 314 millones de personas. Apenas 65.505 personas (el 0,02 por ciento del total) concentran riquezas equivalentes al 58 por ciento del Producto de la primera potencia del mundo.
El PBI mundial suma 78,9 billones de dólares. La riqueza de las 199.235 personas ultra ricas suma 27,8 billones de dólares. Ese monto equivale al 35 por ciento del Producto mundial.
La inestabilidad económica en los últimos años no ha afectado al reducido grupo que concentra patrimonios inmensos, superiores en algunos casos a PBI de países periféricos. La cantidad de ultra multimillonario se ha incrementado como también su riqueza pese a la permanencia de una prolongada incertidumbre global. El informe de Wealth-X identificó dentro de ese grupo a los más multimillonarios: son 2170 a nivel mundial, con una fortuna en conjunto de 6,5 billones de dólares, equivalente a 23 ciento del total de la riqueza de los ultra ricos.
Desde la quiebra de Lehman Brothers que precipitó la crisis financiera global hay más ultra ricos con más fortuna acumulada. Y en la región del mundo donde más aumentaron fueron en el epicentro de la debacle: Estados Unidos y Europa. En 2013 cerca de 10 mil personas se sumaron al grupo de millonarios incrementando riquezas por 1,5 billón de dólares. Algunas cifras del informe son elocuentes. En España, la cantidad de ultra ricos sumó 1625 personas en 2013. El dato notable es que aumentó 6,9 por ciento respecto al año anterior. Lo mismo sucedió en Grecia, que de un año a otro pasó de 455 a 505 ultra ricos, incrementando en 11 por ciento los participantes en el núcleo de privilegio. Ambos países son los más castigados por un ajuste que declaró el default socio-laboral con millones de desempleados.
La única región que en 2013 no incrementó la cantidad de ultra ricos ni el monto de riqueza acumulada fue América latina, con una caída de 4,1 y 3,4 por ciento, respectivamente.
Las finanzas globales y el neoliberalismo siguen siendo dominantes pese a la peor crisis económica global desde la depresión del ‘30. El saldo es más concentración de riqueza en una minoría de ultra ricos.
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