Un ingeniero que trabajó para la CIA fue quien reveló los programas de espionaje de Estados Unidos

Edward Snowden, un ingeniero informático que trabajó para la CIA y la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), reveló ser la fuente utilizada por los diarios que dieron a conocer los dos programas secretos que utiliza el gobierno de EEUU y anticipó que pedirá asilo.


"Tengo la intención de pedir asilo a cualquier país que crea en la libertad de expresión y se oponga a que la privacidad global sea la víctima", indicó Snowd desde Hong Kong al Washington Post, diario que junto al británico The Guardian reveló la trama de espionaje que utiliza Barack Obama.

Esos programas de espionaje permiten consultar a diario registros de llamadas en Estados Unidos y extraer información de servidores de gigantes de Internet con el objetivo, según justifica el gobierno, "de espiar a extranjeros sospechosos de terrorismo".

El especialista de 29 años de edad -quien pidió expresamente que revelaran su identidad- trabajó durante cuatro años para la NSA como empleado de varias compañías adjudicatarias de contratos de defensa, la última de ellas Booz Allen Hamilton, desde la que tuvo acceso a la información secreta.

Estuvo una década relacionado con la inteligencia estadounidense, primero como ingeniero informático de la CIA, con base en Ginebra, y después como consultor en varias empresas externas de defensa que colaboran con la NSA, según reveló él mismo a The Guardian.

"No tienen idea de todo lo que es posible", dijo respecto de las posibilidades de espionaje de los sistemas de la NSA.

De acuerdo a los documentos revelados por Snowden, el servicio secreto estadounidense recoge datos a gran escala de usuarios en Internet entre otras cosas a través de Google, Facebook y Microsoft.

"No quiero vivir en una sociedad que hace estas cosas", dijo. "No quiero vivir en un mundo donde todo lo que digo y hago queda registrado".

Conocida la revelación, la compañía Booz Allen Hamilton confirmó en un comunicado que Snowden trabajó para ellos menos de 3 meses en un equipo establecido en Hawai y que la empresa cooperará con las autoridades en la investigación.

"La noticia de que esta persona se atribuyó la filtración de información clasificada nos dejó en shock, si esto es verdad supone una grave violación de nuestro código de conducta", afirmó la empresa, según informa la agencia de noticias EFE.

Snowden le describió a The Guardian que la gigantesca dimensión de la recolección es aún mayor que en los documentos que dio a conocer: "La NSA construyó una infraestructura que le permite interceptar prácticamente todo. La mayor parte de las comunicaciones interpersonales son automáticamente rastrilladas", apuntó.

"Si quisiera ver sus correos electrónicos o el teléfono de su mujer, solamente tendría que acceder a los datos interceptados. Puedo ver sus correos, contraseñas, datos de conversación, informaciones de tarjetas de crédito", ejemplificó.

Snowden huyó con los documentos a Hong Kong y allí concedió sendas entrevistas a los diarios citados. Manifestó ser plenamente consciente de las consecuencias de su decisión y su respuesta cuando se le preguntó qué pasaría con él a futuro, fue un lacónico "nada bueno".

"A partir de ahora, nunca más podré contactarme con mi familia ni con mis amigos", aseguró.

Se mostró esperanzado de que Hong Kong no lo extradite, aun cuando desde un principio tuvo claro el riesgo de ir a la cárcel. "No creo que vuelva a ver mi hogar", indicó.

Se cree que se encuentra refugiado en un lujoso hotel de Hong Kong, al que consideró el mejor lugar para huir por su fuerte tradición de "libre expresión", señaló.

Asimismo rechazó estar buscando ayudar a un enemigo de Estados Unidos, indicando que China es un importante socio comercial y no un enemigo.

Snowden se desempeñó en la NSA, que se especializa en la vigilancia de infraestructura de comunicaciones, como colaborador de varias empresas externas como el contratista Booz Allen Hamilton y el fabricante de computadoras Dell.

En tanto, la presunta participación de los servicios secretos británicos en el caso de recolección de datos privados de usuarios por el programa estadounidense "PRISM" será trasladada al Parlamento de Londres.

Ante los parlamentarios declarará mañana el ministro del Exterior, William Hague, quien en una entrevista con la BBC rechazó hoy que los servicios de inteligencia británicos (GCHQ) hubieran violado las leyes sobre protección de datos de los internautas.

El director nacional de Inteligencia estadounidense, Jamer Clapper, dijo ayer que la NSA pidió al Departamento de Justicia el inicio de una investigación para determinar el responsable o responsables de las filtraciones y las consecuencias penales de estos hechos, que dijo "afectan seriamente a la lucha antiterrorista de EEUU".

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