Los insólitos argumentos de caceroleros tras su reunión con fondos buitre

Días después del último cacerolazo opositor, tres organizadores del 18A mantuvieron en Brasil un encuentro con representantes de los fondos buitres ¿Qué dijeron al respecto? ¿Qué buscaban? Las excusas de los caceroleros.


El último 22 de abril, tres días después del último cacerolazo opositor, Yamil Santoro, Maximiliano Mai y Luciano Bugallo, tres de los más conocidos difusores de las marchas "anti k", viajaron a San Pablo para reunirse con representantes de una organización que responde a los fondos buitre que no entraron en los canjes de la deuda y le realizan juicios a la Argentina.

En diálogo con Radio América, el cacerolero Maximiliano Mai confirmó que se había reunido con fondos buitre pero adujo que "no lo sabía".

"Era una reunión más, nosotros tenemos reuniones todo el tiempo. Aparece un yanki liberal contrario a mi pensamiento y habla de ofrecernos apoyo para el movimiento cacerolero. Apoyo desde lo mediático. La cosa no era transparente y clara. Nos llevaron a un restaurante. Yo no los conocía, no sabía quién eran. Me dijeron que eran activistas. Nosotros fuimos a Brasil, es lindo Brasil", dijo.

Además, agregó: "Cuando volvimos surgió el rumor de que eran fondos buitre, ahí me bajo. La invitación vino a través de Yamil Santoro (que milita en el partido de Patricia Bullrich) que es quien se puso en contacto con ellos. En tanto, Bugallo está relacionado con el campo. Para construir dejamos de lado las diferencias y tampoco nos preguntamos mucho".

También adelantó que están armando una marcha antes de las PASO y dijo que todavía no se metió en política: "Todavía no lo tengo decidido pero tengo ganas de cambiar las cosas".

En tanto, según publicó Tiempo Argentino, los pasajes con que viajaron los caceroleros fueron pagados por la American Task Force Argentina (ATFA), una ONG neoliberal dedicada a operar en favor de los especuladores que litigan contra el país.

Consultado, Yamil Santoro sostuvo: "Tenía entendido que ATFA representa a los tenedores minoritarios (no a los holdings) de bonos y también canaliza esfuerzos de ONG internacionales vinculadas a Derechos Humanos y valores democráticos. Por eso, no tenía claro de antemano si el encuentro era para charlar por un posible financiamiento o por una cooperación con organismos prodemocracia y defensa de los Derechos Humanos".

En su propia página de Internet ATFA explica que entre sus miembros aparecen Elliott Associates, propiedad del magnate Paul Singer, un fondo que maneja 15 mil millones de dólares de activos y que, además, es uno de los demandantes contra la Argentina en los tribunales Nueva York, en la causa del juez estadounidense Thomas Griessa.

Bugallo también afirmó desconocer las intenciones de sus anfitriones, quienes pagaron de su bolsillo los 1200 dólares que cuestan, como mínimo, tres pasajes ida y de vuelta a Brasil. "No fui sólo por la reunión con la gente esta. Nos juntamos con blogueros y activistas de allá y algunos periodistas. La invitación me llegó por Yamil (Santoro) y me imaginé que era una fundación medio liberal", respondió Bugallo.

El fundador del sitio "El Cipayo" -uno de los más convocantes del universo antikirchnerista en la red-, agregó: "Fácilmente tengo diez reuniones semanales por los cacerolazos. La idea era intercambiar opiniones y saber cómo nos veían desde afuera".

En el caso de Santoro, es uno de los fundadores del Partido Liberal Libertario y hoy milita junto con Patricia Bullrich en Unión por Todos. "Cuando me enteré, puse el grito el cielo. Me enojé mucho, me parece algo que es totalmente ingenuo, es una estupidez aceptar una invitación y no saber con quién te vas a reunir", sostuvo Bullrich, en diálogo con Tiempo.

"Ellos me contactaron a mí y yo coordiné el encuentro", publicó Santoro en su cuenta de la red social Twitter, donde recibió la invitación, por mensaje directo. A su vez, rechazó conocer de antemano las intenciones del ATFA. "Si sabía que la idea era convocarnos para ofrecer financiamiento hubiera dicho que no. El tema es que no sólo se habló de eso". De acuerdo a su relato, "se insinuó el tema de cooperar pero tampoco fue que nos ofrecieron plata, sino que analizamos la coyuntura local e internacional y hablamos de las ONG que podían llegar a ayudarnos con ideas para frenar los avances o canalizar denuncias en caso de violaciones de Derechos Humanos".

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