Un banco que parece un lavarropas - LA AFIP DENUNCIO AL HSBC POR INTEGRAR UNA SUPUESTA ASOCIACION ILICITA

El organismo recaudador acusó a la entidad de brindar soporte a un conjunto de firmas que evadieron impuestos y blanquearon dinero. En 2012 ya fue multado por lavado.



El titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, denunció ayer al Banco HSBC Argentina por integrar una supuesta asociación ilícita diseñada para evadir impuestos y lavar dinero. La entidad conducida por Gabriel Martino ocultó información sobre una serie de empresas que en 2009 blanquearon 392 millones de pesos a través de sus cuentas. Las firmas compraron facturas truchas con cheques que luego depositaron en este banco de origen británico. HSBC reportó oportunamente las operaciones a la AFIP a través del Sistema Informático de Transacciones Económicas Relevantes (Siter), pero los movimientos se hicieron en cuentas asociadas a CUIT genéricos, lo que en un principio dificultó los controles. “Nos preocupan mucho las denuncias realizadas por los reguladores en la Argentina y estamos comprometidos a trabajar en cooperación con ellos para lograr una resolución apropiada a esta problemática”, informó ayer el banco a través de un comunicado. La investigación está en manos del Juzgado Penal Tributario Nº 3, conducido la jueza María Victoria Stracchia.

Las empresas involucradas junto al HSBC son Red de Multiservicios SA, Más Distribuidora SA y Recaudaciones y Servicios del Sur SRL. Fuentes oficiales informaron a Página/12 que Red de Multiservicios compró facturas truchas a un grupo de proveedores apócrifos y les pagó con cheques que éstos endosaron a Más Distribuidora y Recaudación y Servicios del Sur. Los cheques fueron depositados en el HSBC y el dinero se retiró a las pocas horas. El uso de las facturas truchas sirvió para evadir el pago de Ganancias e IVA y la intervención del HSBC posibilitó el blanqueo del dinero de origen incierto.

El banco estaba obligado a reportar esas operaciones a la AFIP y lo hizo, pero informó que los depósitos se realizaron en cuentas asociadas a CUIT genéricos, una herramienta prevista para situaciones excepcionales, que en este caso fue utilizada para imposibilitar que el organismo recaudador identificara a las firmas involucradas. Si la AFIP hubiera sabido cuáles eran las empresas que estaban realizando esas operaciones millonarias, podría haber investigado si los movimientos se correspondían con los ingresos declarados, pero el banco bloqueó esa vía.

En enero de este año, la AFIP llevó adelante una serie de allanamientos ordenados por la Justicia en la casa central de HSBC Argentina. En ese operativo se constató que la utilización de cuentas asociadas a CUIT genéricos había tenido como único objetivo encubrir a los responsables de esos movimientos porque Más Distribuidora tenía otra cuenta propia en el HSBC registrada con su CUIT, pero canalizó 172 millones a través de la cuenta con CUIT genérico. Lo mismo hizo la firma Recaudación y Servicios del Sur. Tenía dos cuentas en el banco registradas con su CUIT, pero depositó 220 millones en otras dos con CUIT genérico. De ese modo, no despertaron las sospechas de la AFIP y evitaron el pago del impuesto a los débitos y los créditos porque ese tipo de cuentas están exentas del tributo.

La complicidad del HSBC es evidente porque con los montos en juego no sólo correspondía reportar a los organismos reguladores sino también pedirles información adicional a esas empresas antes de aceptar el dinero. A cualquier ciudadano común se le suele exigir la presentación de documentación que acredite el origen de los fondos al momento de realizar un depósito en un banco. Cuando ese depósito es millonario el pedido de información es obligatorio, pero en el caso investigado todavía no se sabe de dónde salió el dinero y varias de las empresas involucradas parecen fachadas creadas especialmente para este tipo de estafas.

Echegaray informó ayer que la maniobra representa una evasión impositiva de 224 millones de pesos, por la falta de pago del impuesto a las Ganancias, el IVA y el impuesto al Cheque. “Les pido a las autoridades del HSBC que no insistan en intentar algún tipo de lobby con la AFIP y paguen lo que deben, para devolverle al Estado lo que corresponde”, afirmó ayer el funcionario.

No es la primera vez que el HSBC aparece involucrado en este tipo de maniobras. La Unidad de Información Financiera le aplicó el año pasado dos multas millonarias por supuesta complicidad en operaciones de lavado. Página/12 informó el lunes pasado que la entidad apeló las dos sanciones y todavía no pagó. La primera multa fue por 31,7 millones de pesos y la segunda por 15 millones. Además, los oficiales de cumplimiento de la entidad recibieron sanciones equivalentes por no haber reportado las operaciones sospechosas. La apelación del HSBC generó malestar en el Gobierno porque en diciembre el banco pagó una multa de 1260 millones de dólares en Estados Unidos por lavar dinero de drogas, pero en la Argentina se resiste. Además, en enero el banco organizó en Punta del Este una suntuosa fiesta para 300 personalidades del espectáculo y los negocios que promocionó en todas las revistas del corazón, como si tuviera algo para festejar.

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