Chipre abre la puerta a una quiebra del país y su salida del euro
El Parlamento de Chipre ha rechazado la quita para los ahorradores, requisito necesario para poder recibir el préstamo de la 'troika' de 10.000 millones. Esta decisión plantea el peor escenario posible: acerca la quiebra del país y su salida del euro.
Todos los partidos votaron en contra del borrador de ley, con excepción del gubernamental DISY que se abstuvo, a pesar de que se votó una fórmula mejorada de impuesto especial a los depósitos privados a la planteada inicialmente por el Eurogrupo. La nueva propuesta incluía también una quita del 9,9% para los fondos que superen los 100.000 euros y de un 6,75% para los inferiores, pero dejaba exentos los depósitos inferiores a 20.000 euros.
Ésta es una de las peores opciones que barajaban los expertos. Para RBS el rechazo del Parlamento a la quita "permitiría estimular el éxodo de los depósitos, y el BCE podría retirar su apoyo a Laiki Bank, lanzando el sistema bancario en el caos y provocando una salida del euro". De momento, el organismo presidido por Mario Dragui ha asegurado en una nota que "el BCE reafirma su compromiso de proporcionar la liquidez necesaria dentro de las leyes existentes", por lo que todavía no habría que hacer saltar las alarmas. Aun así, la ministra de Finanzas de Austria, Maria Fekter, ya ha dicho que el apoyo del organismo no será ilimitado.
Además, Chipre sólo tiene fondos para aguantar hasta mayo y si no recibe la ayuda antes suspenderá pagos. Así que el tiempo apremia.
"Si Chipre saliera del euro, lo haría con un sistema bancario prácticamente en bancarrota y una moneda devaluada masivamente. Sería difícil de reconstruir la economía con poco apoyo externo, dado que la economía chipriota no es tan competitiva como otras de la zona euro", explica el informe de esta entidad.
Un precedente útil en este sentido es el caso de Islandia. Este país sufrió una masiva depreciación de la moneda después de la crisis bancaria de 2008. A pesar de que el gobierno introdujo controles de capital, la corona cayó un 50% en 12 meses. Una caída de este tipo en la moneda aumentaría la inflación importada y llevaría varios años para que la economía pudiera reajustarse.
Por su parte, HSBC apuntaba una reacción menos drástica de la zona euro y aseguraba que podrían retomarse las negociaciones para tratar que la 'troika' accediera a entregar un paquete de ayuda más grande (es decir, por encima de los 10.000 millones) con un peso más importante del fondo de rescate (Mede). Aunque, según la entidad, esto sería poco probable porque "el FMI se niega a contribuir en absoluto en un préstamo más amplio, lo que a su vez sería inaceptable para Alemania". Una situación de desacuerdo que dejaría de nuevo a Chipre más cerca de la salida del euro.
De cualquier forma, ni siquiera este difícil contexto ha logrado convencer a los parlamentarios chipriotas para votar a favor de la quita y poder así activar el rescate de la 'troika'.
Una jornada de complicadas negociaciones
De momento, Alemania ha asegurado que sin un plan alternativo para recaudar 5.800 millones Chipre no recibirá la ayuda europea que asciende a 10.000 millones. Precisamente, hoy el presidente de Chipre, Nikos Anastasiadis, celebra una jornada repleta de reuniones con su Gobierno, la oposición y los representantes de la 'troika' para tratar de buscar una solución.
Además, el ministro de Finanzas, Mijalis Sarris, se encuentra hoy en Rusia a donde ha acudido en busca de alternativas, aunque por ahora sin éxito. Los ministros de Finanzas de ambos países no han logrado cerrar un acuerdo sobre la posibilidad de revisar las condiciones de la actual ayuda de 2.500 millones prestada por Rusia, así como ampliar dicha asistencia al país mediterráneo, aunque ambas delegaciones continuarán negociando. Hay que recordar que la cuarta parte de los depósitos bancarios en Chipre están en manos de ciudadanos rusos.
En definitiva, Chipre se enfrenta a una jornada complicada en la que deberá aunar esfuerzos para encontrar un plan que convenza a la 'troika' y saque al país del abismo.
nota original
Todos los partidos votaron en contra del borrador de ley, con excepción del gubernamental DISY que se abstuvo, a pesar de que se votó una fórmula mejorada de impuesto especial a los depósitos privados a la planteada inicialmente por el Eurogrupo. La nueva propuesta incluía también una quita del 9,9% para los fondos que superen los 100.000 euros y de un 6,75% para los inferiores, pero dejaba exentos los depósitos inferiores a 20.000 euros.
Ésta es una de las peores opciones que barajaban los expertos. Para RBS el rechazo del Parlamento a la quita "permitiría estimular el éxodo de los depósitos, y el BCE podría retirar su apoyo a Laiki Bank, lanzando el sistema bancario en el caos y provocando una salida del euro". De momento, el organismo presidido por Mario Dragui ha asegurado en una nota que "el BCE reafirma su compromiso de proporcionar la liquidez necesaria dentro de las leyes existentes", por lo que todavía no habría que hacer saltar las alarmas. Aun así, la ministra de Finanzas de Austria, Maria Fekter, ya ha dicho que el apoyo del organismo no será ilimitado.
Además, Chipre sólo tiene fondos para aguantar hasta mayo y si no recibe la ayuda antes suspenderá pagos. Así que el tiempo apremia.
"Si Chipre saliera del euro, lo haría con un sistema bancario prácticamente en bancarrota y una moneda devaluada masivamente. Sería difícil de reconstruir la economía con poco apoyo externo, dado que la economía chipriota no es tan competitiva como otras de la zona euro", explica el informe de esta entidad.
Un precedente útil en este sentido es el caso de Islandia. Este país sufrió una masiva depreciación de la moneda después de la crisis bancaria de 2008. A pesar de que el gobierno introdujo controles de capital, la corona cayó un 50% en 12 meses. Una caída de este tipo en la moneda aumentaría la inflación importada y llevaría varios años para que la economía pudiera reajustarse.
Por su parte, HSBC apuntaba una reacción menos drástica de la zona euro y aseguraba que podrían retomarse las negociaciones para tratar que la 'troika' accediera a entregar un paquete de ayuda más grande (es decir, por encima de los 10.000 millones) con un peso más importante del fondo de rescate (Mede). Aunque, según la entidad, esto sería poco probable porque "el FMI se niega a contribuir en absoluto en un préstamo más amplio, lo que a su vez sería inaceptable para Alemania". Una situación de desacuerdo que dejaría de nuevo a Chipre más cerca de la salida del euro.
De cualquier forma, ni siquiera este difícil contexto ha logrado convencer a los parlamentarios chipriotas para votar a favor de la quita y poder así activar el rescate de la 'troika'.
Una jornada de complicadas negociaciones
De momento, Alemania ha asegurado que sin un plan alternativo para recaudar 5.800 millones Chipre no recibirá la ayuda europea que asciende a 10.000 millones. Precisamente, hoy el presidente de Chipre, Nikos Anastasiadis, celebra una jornada repleta de reuniones con su Gobierno, la oposición y los representantes de la 'troika' para tratar de buscar una solución.
Además, el ministro de Finanzas, Mijalis Sarris, se encuentra hoy en Rusia a donde ha acudido en busca de alternativas, aunque por ahora sin éxito. Los ministros de Finanzas de ambos países no han logrado cerrar un acuerdo sobre la posibilidad de revisar las condiciones de la actual ayuda de 2.500 millones prestada por Rusia, así como ampliar dicha asistencia al país mediterráneo, aunque ambas delegaciones continuarán negociando. Hay que recordar que la cuarta parte de los depósitos bancarios en Chipre están en manos de ciudadanos rusos.
En definitiva, Chipre se enfrenta a una jornada complicada en la que deberá aunar esfuerzos para encontrar un plan que convenza a la 'troika' y saque al país del abismo.
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