Las Ganancias que no llegan al Estado - LAS EXENCIONES AL IMPUESTO A LA RENTA SUMARAN MAS DE DIEZ MIL MILLONES DE PESOS ESTE AÑO

De acuerdo con la estimación del Presupuesto 2012, el fisco resignará el equivalente al ocho por ciento de la recaudación de Ganancias por los tratamientos diferenciados que benefician a la renta financiera, los jueces y otros sectores.



Las distintas exenciones al Impuesto a las Ganancias contabilizarán este año 8900 millones de pesos. Los tratamientos preferenciales que reciben la renta financiera, jueces y ganancias de capital representan el 6,8 por ciento de la recaudación anual del tributo proyectada en el Presupuesto 2012 (131.000 millones de pesos). Si se suman los distintos regímenes de promoción, como los beneficios al sector minero, el gasto tributario asciende hasta 10.500 millones de pesos, el ocho por ciento de los recursos que generará este año el impuesto. Esos beneficios fiscales erosionan y limitan la cantidad de personas alcanzadas por el Impuesto a las Ganancias y afectan la progresividad del sistema fiscal. La magnitud de las exenciones impositivas que afronta el Estado –varias de ellas de promoción de pymes, sectores o regiones– supera los 6100 millones de pesos que, según estimó la AFIP, debería sacrificar el fisco si aumenta un 20 por ciento el piso del Impuesto a las Ganancias al trabajo personal.

La estimación de los gastos tributarios que figuran en el mensaje del Presupuesto 2012 llega a 49.067 millones de pesos, equivalentes a 2,35 puntos del PIB y al 7,3 por ciento de la recaudación de impuestos estimada para el año. Los tratamientos privilegiados del Impuesto a las Ganancias suman el 22 por ciento de los gastos tributarios totales y son el segundo rubro en relevancia después de las exenciones al IVA, que suman el 52 por ciento. El peso de los ingresos que resigna el Estado en materia del Impuesto a las Ganancias está en línea con la situación de Brasil.

Todos los años, el Estado incluye en el mensaje del Presupuesto una estimación de la magnitud de los gastos tributarios. En 2010, los beneficios en materia de ganancias ascendieron hasta los 6600 millones de pesos y el año pasado llegaron a 8700 millones de pesos. Este año la cifra llegó a 10.570 millones donde se destacan los siguientes elementos.

- Renta financiera: los beneficios más importantes del Impuesto a las Ganancias corresponden a la renta financiera. Las exenciones de los intereses de los títulos públicos representarán este año 2925 millones de pesos, un 82 por ciento más que en 2010. Por su parte, las exenciones por los intereses de depósitos bancarios y obligaciones negociables –instrumentos que emiten las empresas para obtener recursos– llegan hasta 1658 millones de pesos.

- Sin fines de lucro: las ganancias de las asociaciones civiles, fundaciones, mutuales y cooperativas también están exentas. El gasto tributario de eximir a esas actividades llega hasta 3877 millones de pesos. En 2010, la cifra fue de 2263 millones de pesos. Ese beneficio permite el desarrollo de distintas instituciones que lo requieren, pero también ofrece una zona gris para los abusos de algunas “empresas”.

- Jueces: los magistrados tampoco pagan Ganancias. El tratamiento privilegiado a los ingresos de los jueces y funcionarios del Poder Judicial (nacional y provinciales) implica la pérdida de 350,8 millones de pesos al año.

- Promociones: regiones y actividades también gozan de tratamientos privilegiados. Esos beneficios, algunos vigentes hace más de treinta años, representan un gasto tributario de 1634 millones de pesos. Los esquemas dispuestos para la promoción económica de Tierra del Fuego, las mineras, las pymes y la industria del software contabilizan cerca del 50 por ciento de esos beneficios.

Los economistas de la Cepal Juan Carlos Gómez Sabaini, Juan Pablo Jiménez y Darío Rossignolo sostienen que la existencia de esos beneficios a sectores de altos ingresos y elevada rentabilidad fue justificada “por la necesidad de proveer incentivos para estimular el ahorro, provomer la entrada de inversión extranjera (IED), estimular el desarrollo de los mercados financieros y bursátiles, siempre bajo el argumento de que tales beneficios estimularían el crecimiento de la economía, la reducción de los niveles de desempleo y la promoción de los sectores dinámicos de la economía”. No obstante, los expertos cepalinos afirman que esos beneficios impulsados en los años ’80 y ’90 “no sólo no permitieron parar la fuga de capitales, aumentar los niveles de IED y actividad en la región, sino que fueron aprovechados por personas y empresas para aumentar su tasa de retorno mediante la reducción del costo que implica el pago de determinados impuestos”.

Así, las exenciones al Impuesto a las Ganancias, explican esos especialistas, atentan contra la progresividad del impuesto y el sistema fiscal al reducir la base imponible del tributo. En un artículo publicado en la revista Voces en el Fénix, el prestigioso tributarista cordobés Salvador Treber ofrece una explicación para la preservación de esas exenciones y tratamientos fiscales privilegiados: “La orientación y las normas básicas que definen los sistemas fiscales en cada país reflejan y armonizan los intereses de quienes detentan el poder económico”, advierte.

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