El misterio de la fortaleza del euro por fin se desvanece

El euro cayó esta semana a mínimos de dos años frente al dólar y tal vez la pregunta más pertinente sea ¿por qué se demoró tanto tiempo?



En realidad la fortaleza de la moneda única ha sido uno de los grandes rompecabezas de la era de crisis. Pese a la creciente evidencia de sus mal fundados cimientos y la creciente sospecha de que simplemente no puede sobrevivir en su forma actual, el euro se mantuvo firme.

Desde que la primera ola golpeó a Grecia en 2010, el cruce euro/dólar promedió US$1,35, nivel más de 10% superior a su media histórica, y se mantuvo persistentemente sobrevalorado. Este es un proceso que solo ahora parece estar dando pie atrás.

Y, no se olvide de que cuando el euro comenzó a desplomarse frente al dólar a comienzos de esta semana, no lo hizo debido a alguna nueva puñalada en la agonía de la deuda europea. No, los inversionistas se sintieron decepcionados de que la Reserva Federal de Estados Unidos no pareciera tan inclinada a relajar su control monetario como esperaban. En otras palabras, lo que estamos viendo ahora es tanto una historia de "fortaleza del dólar" como de "debilidad del euro". El Índice del Dólar, que mide las negociaciones frente a todo, alcanzó el jueves un nuevo máximo de dos años.

Analistas de Bank of America Merrill Lynch creen que parte de la extraña resistencia del euro tuvo que ver con los bancos de la eurozona y su desapalancamiento. Según su investigación, las entidades de financiamiento del bloque redujeron sus activos extranjeros (los que no están denominados en euros) en no menos de US$4 billones desde 2008. La reducción de los cobros extranjeros en la zona euro en el mismo período fue de apenas US$0,4 billones.

"Incluso si algunos de esos cobros no se convirtieron de nuevo en euros, esas magnitudes son lo suficientemente grandes para sugerir un impacto positivo muy fuerte sobre el euro", escribieron. Y, en ese sentido, este enorme flujo parecería explicar en gran medida la aparente inmunidad de la valuación de la moneda única a una crisis de la cual es la causa.

No obstante, el euro finalmente parece estar derrumbándose.
En los niveles actuales registra una caída del 17,3% frente al dólar desde el momento más álgido de la era de crisis. Ciertamente, los encargados de las proyecciones están poniéndose serios sobre la debilidad. Nomura, para empezar, redujo sus estimaciones para el euro a US$1,15 hacia fin de año, lo que se compara con los US$1,23 anteriores. Esa podría terminar siendo una visión optimista, en especial si la política monetaria en la eurozona se relaja más y más rápidamente que en Estados Unidos, como parece ahora. El banco MIG ahora ve espacio para una caída a US$1,08.

Incluso una red de seguridad de US$4 billones puede cubrir solo hasta cierto punto.

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