España pide ayuda a Europa para sus bancos

MADRID (EFE Dow Jones)--España se convirtió el sábado en la mayor víctima hasta la fecha de la crisis de deuda cuando acordó pedir hasta 100.000 millones de euros en ayuda financiera a la Unión Europea para sanear sus maltrechos bancos.



El ministro de Economía español, Luis de Guindos, dijo que el Gobierno se ha embarcado en una profunda reforma de la banca del país pero que necesita más dinero para llevarla a cabo en un momento en que la preocupación por los bancos españoles están minando la confianza en el euro. "El Gobierno de España está determinado a contribuir lo máximo posible a la estabilidad del euro", aseguró De Guindos en una rueda de prensa.

El rescate llega tras días de negociaciones entre España y las autoridades de la Unión Europea, que culminaron el sábado por la tarde en una conferencia telefónica en la que se acordó el marco para el rescate. Las autoridades de la UE han estado ejerciendo una creciente presión sobre España para que pidiera un paquete de ayuda antes de las elecciones de Grecia del fin de semana próximo, que temen pueda provocar una nueva ola de tensiones en los mercados financieros de la región.

España se convertirá en el cuarto país de la eurozona en pedir ayuda, después de Portugal, Irlanda y Grecia. Sin embargo es el primer país que se beneficia de una nueva flexibilidad en los fondos de rescate de la eurozona que permite asistencia dirigida específicamente a los bancos, con condiciones que recaen exclusivamente sobre el sector bancario. A los receptores de anteriores rescates se les exigieron profundos recortes presupuestarios y reformas macroeconómicas, medidas que resultaron impopulares y que, según sus detractores, exacerbaron los problemas económicos.

Autoridades españolas y de la Unión Europea esperan que este rescate orientado a la banca será menos dañino para la confianza en España y que el Gobierno será capaz de mantener el acceso a los mercados para financiarse. Si perdiera acceso a los mercados de capital por un prolongado espacio de tiempo, el coste de asistir a España --cuya economía es el doble de grande que las de Grecia, Portugal e Irlanda juntas-- sería inmenso.

"Es un préstamo que hace Europa en condiciones extremadamente favorables y que reduce la presión sobre las emisiones del Tesoro español", afirmó De Guindos. Junto a unas tasas de interés "mejores que los del mercado", que no especificó, De Guindos aseguró que "las condiciones se imponen a los bancos, no a la sociedad española, ni al ámbito fiscal, ni al macroeconómico".

De todos modos, algunos analistas advierten que la ayuda de la UE a la cuarta mayor economía de la eurozona podría asustar a los mercados financieros. "El rescate está lleno de peligros tanto para Madrid como para la zona euro", dijo Nicholas Spiro, director gerente de Spiro Sovereign Strategy.

El préstamo se canalizará a los bancos a través de fondo de rescate del Gobierno español para los bancos, y por lo tanto, sumará a la deuda de España, aunque De Guindos añadió que España no necesitará probablemente la cantidad íntegra de 100.000 millones de euros. La cantidad exacta se decidirá una vez se conozcan los resultados de las auditorías de las carteras de los préstamos de los bancos españoles que están llevando a cabo evaluadores independientes y que se publicarán en las próximas semanas. "Los 100.000 millones de euros es la cantidad máxima y permiten tener un amplio margen de seguridad", dijo.

En un informe publicado el viernes de madrugada, el Fondo Monetario Internacional dijo que los bancos españoles necesitan unos 37.000 millones de euros en capital adicional para cubrir eventuales pérdidas en un contexto de deterioro de la economía española. Pero agregó que podrían llegar a necesitar mucho más dinero que eso --entre 60.000 millones de euros y 80.000 millones de euros-- para recuperar la confianza de los inversores.

La crisis financiera española entró en una nueva y peligrosa fase el mes pasado cuando se conoció el rescate de 19.000 millones de euros para Bankia SA, iniciando una nueva fase de saneamiento de los deficitarios bancos españoles. Dada la modesta cantidad de dinero disponible para el propio fondo de rescate español y los costes financieros ya de por sí elevados, la inyección en Bankia asustó a los inversionistas y aumentó la necesidad de financiación de España.

Esta semana, el gobierno de Mariano Rajoy, que llegó al poder a finales del año pasado, reconocía de la manera más explícita hasta la fecha que podría necesitar la ayuda financiera de la UE.

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