Los indignados siguen a un candidato - LA CAMPAÑA ELECTORAL EN MEXICO, SIGNADA POR PROTESTAS JUVENILES CONTRA EL PRI

Enrique Peña Nieto trató ayer de bajar la tensión ante la inesperada acción de jóvenes universitarios que lo siguen en protesta. La izquierda acusó a los medios de “demonizarlos” y pintarlos como violentos.



La irrupción de los jóvenes fue ayer el eje de debate de la campaña presidencial mexicana, a poco más de un mes de las elecciones. La protesta contra el candidato del PRI Enrique Peña Nieto, que tiene chances de restaurar el dominio de lo que fuera el eterno oficialismo de México, comenzó hace dos semanas y no es partidaria. Las acusaciones contra el político son feroces y ya es usual que se lo tilde de “asesino”. Peña Nieto ayer habló ante el Consejo Político Nacional de su partido en un tono conciliador, buscando “integrar” a los jóvenes en un futuro gobierno “honesto”. Su rival desde la izquierda, Andrés López Obrador, dijo que la protesta es “extraordinaria” y denunció que “los voceros del régimen instalados en los medios” quieren pintarlos “como intolerantes y violentos”.

Peña Nieto habló ayer ante más de 800 representantes regionales de su Partido Revolucionario Institucional que no pararon de interrumpirlo. Según el periódico La Jornada, el candidato no respondió y siguió leyendo un discurso ya preparado, diciéndoles a los presentes en el auditorio de la sede priísta en la capital que si quieren “representar al pueblo” tienen que actuar con “responsabilidad, transparencia y honestidad”. En los trece minutos de su participación, Peña Nieto repitió esa idea varias veces, con frases como “en el México que queremos no caben la corrupción, el encubrimiento, ni mucho menos la impunidad”.

El candidato definió al movimiento juvenil en su contra, protagonizado por jóvenes universitarios y de clase media, como “respetable y generoso” y dijo que su agenda tiene que ser “escuchada por el gobierno y los partidos políticos”. Su única crítica fue pedir que la protesta “no se partidice” y su recomendación al PRI fue que “a cada crítica respondamos con una propuesta”. En concreto, Peña Nieto pidió a los delegados presentes que se sumaran a su Manifiesto por una República Democrática, una plataforma “de conducta política” que presentó esta semana y firmó el jueves ante un escribano en Querétaro.

“Nosotros no vamos a dividir México porque este es el PRI del siglo XXI, que escucha a todos y es capaz de construir. Nuestros enemigos no están en los partidos políticos sino en el desempleo, la pobreza y la inseguridad”, dijo Peña Nieto. “No cedamos a las provocaciones.”

También ayer, el candidato del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y de la izquierda mexicana habló de las protestas juveniles. “Ellos están actuando de manera responsable, han impulsado un movimiento limpio”, dijo López Obrador. “Estoy viendo que comienza una campaña calificando de intolerantes y violentos a los jóvenes.” Para el candidato, es “evidente” que esto es parte de una campaña para ayudar a su rival priísta a ganar el voto el primer día de julio.

“Yo les pediría que tengan cuidado, que no se lancen a estigmatizar un movimiento bueno y lleno de nobleza.” Según La Jornada, López Obrador se refería concretamente a un incidente ocurrido el jueves en Querétaro, donde un grupo de jóvenes rodeó una camioneta al finalizar un acto de Peña Nieto porque creían que en ella viajaba el candidato del PRI. Para López Obrador, fue un acto armado “por sectores derechistas” para desprestigiar a los estudiantes creando una escena de violencia.

El izquierdista habló también de que acepta la idea de reducir el número de bancas en el Senado y la Cámara mexicanos. “Cuando haya democracia en México se tiene que acabar la parafernalia del poder y reducir los gastos. ¿Por qué tener diputados que sólo van a recibir órdenes de los que mandan?”

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