Grecia, la prensa y la propaganda
¿Qué ha sucedido en Grecia?. Como en España, desde hace años dos partidos mayoritarios se alternaban en el Gobierno: uno de izquierda, el PASOK y otro de derecha, Nueva Democracia. En las elecciones de 2009 ganó el PASOK con un 43,92% de los votos (frente al 33,48% de Nueva Democracia) y se inauguró el Gobierno de Papandreu.
Como es habitual en política, lo primero que hizo fue acusar al Gobierno anterior de Nueva Democracia de haber falseado las cuentas públicas, engañar con el déficit y demás. Pero era cierto y además en gran escala. Las cuentas se llevaban falseando, de hecho, muchos años y habían permitido la entrada en el euro, con la inestimable colaboración de Goldman Sachs y la aquiescencia de la Comisión y de Alemania. Pero el “descubrimiento” se hizo en plena crisis bancaria a partir de la caída de las inversiones en hipotecas subprime norteamericanas. Los mercados se pusieron nerviosos por un posible impago de la deuda y comenzó la espiral de la crisis de deuda que terminó con los dos rescates por parte de la “troika” (Comisión, BCE, FMI). Las “condicionalidad” de dichos rescates fueron unos tremendos ajustes presupuestarios y reformas laborales y sociales que suscitaron una gran oposición de la población por el sufrimiento social que implicaban. Por su parte Nueva Democracia, bajo el liderazgo de Samaras, ejerció una oposición hooligan, tipo Rajoy, denunciando los ajustes y acosando al Gobierno socialista.
Tras el intento del Primer Ministro socialista, Papandreou, de someter el programa de ajustes a referéndum, fue obligado a dimitir entre rumores de golpe de Estado militar y sustituido, como poco después le pasó a Berlusconi en Italia, por un nuevo Primer Ministro tecnócrata, Papademos, que encabezó un Gobierno de coalición ND-PASOK para negociar con la troika el programa de ajustes y conseguir su aprobación en el Parlamento. Y esa aprobación se consiguió por la fuerza de los escaños contra una oposición mayoritaria de la población, en medio de gigantescas manifestaciones ocultadas en el extranjero por las imágenes de la violencia de grupos minoritarios (¿les suena de algo?). El PASOK pasó a estar dirigido por el Ministro de Hacienda, Venizelos, mientras que ND, dirigida por Samaras, parecía asentarse como nueva fuerza (a pesar de sufrir escisiones de políticos contrarios a los ajustes) e incluso parecía que iba a volver al Gobierno, gracias al éxito de su forma de hacer oposición, en el escaso margen de dos años y pico.
Y es que, a diferencia de España, donde la aritmética parlamentaria se puede seguir imponiendo hasta finales de 2015, en Grecia se vinieron a convocar elecciones para reajustar la representación parlamentaria a la nueva dinámica gubernamental. En medio se ha desatado, siguiendo la estela lepenista-sarkozista (con adhesiones inesperadas, como la de la Ministra de Sanidad española Ana Mato), una histeria contraria a los inmigrantes, que ha beneficiado, como no podía ser de otra forma, a la extrema derecha. El riesgo evidente era que se formase una mayoría contraria a las reformas, puesto que toda una constelación de partidos, de derecha y de izquierda, se oponían a las mismas. Por tanto todo el mundo asumía que solamente había un Gobierno posible favorable a las reformas, la continuidad de la coalición ND-PASOK.
Pues bien, el resultado de las elecciones ha sido contundente: el PASOK ha pasado de un 44% de los votos a un 13% y ND ha pasado de un 33,5% a un 19%. Entre los dos partidos, únicos que apoyan los planes de ajuste, solamente suman una tercera parte de los votos. Dos terceras partes de los votos se han ido a partidos contrarios a los ajustes, pero de signos muy distintos. Por una parte están dos partidos similares, si bien uno más moderado políticamente que el otro. Uno (SYRIZA) encajaría con lo que en España sería una coalición de izquierda unida, sindicatos y movimiento 15-M y es quien ha estado convocando las movilizaciones contra los recortes. EL otro (Izquierda Democrática) con una cierta sensibilidad más socialista y de izquierdas dentro del PSOE. Ambos son partidos democráticos, que estaban unidos en la misma coalición hasta el año 2010 en que se escindieron. La amplitud de su respaldo electoral ha sido inesperada: 17% SYRIZA (que se convierte en el segundo partido) y 6% Izquierda Democrática. Si no se hubieran escindido hubieran sido el primer partido de Grecia con un 23% de los votos.
Otros partidos significativos en votos son: Griegos independientes (un partido nacionalista y populista de derecha, formado por una escisión de Nueva Democracia contraria a los planes de ajuste), que obtiene un 11% de los votos; el Partido Comunista (un raro ejemplo de Partido Comunista tradicional, cuyas discusiones giran sobre la doctrina leninista), que obtiene un 8,47% de los votos (en 2009 había obtenido un 7,54%, por lo que no tiene una subida significativa, a pesar de que, obviamente, también era contrario a los ajustes) y, atención, un partido Nazi, basado en el odio a la inmigración, y además envuelto en numerosas acciones violentas contra inmigrantes y contra izquierdistas: Amanecer Dorado, que obtiene un 7% de los votos.
Un resumen sobre los diferentes partidos griegos se puede leer, en inglés, en http://ekathimerini.com/4dcgi/_w_articles_wsite3_1_03/05/2012_440466
Ocurre que el sistema electoral griego, para favorecer la estabilidad parlamentaria, regala 50 escaños al primer partido, en este caso Nueva Democracia. Así se reparten 250 escaños por los votos y hay una prima de otros 50 para el partido más votado. Si SYRIZA e Izquierda Democrática se hubieran presentado unidos, esa prima de 50 escaños sería suya y les hubiera colocado en 121 escaños. En realidad la prima de los 50 escaños ha sido para Nueva Democracia, que así tiene 108 escaños en lugar de 58 (que le corresponderían por reparto del voto), frente a 52 de SYRIZA, 41 de PASOK, 33 de Griegos Independientes, 26 del Partido Comunista, 21 de Amanecer Dorado y 19 de Izquierda Democrática).
Por consiguiente a ND y PASOK les faltarían un par de escaños para tener mayoría parlamentaria (aunque bastante justa) para formar Gobierno y proseguir la política de ajustes. Lo más probable es que ND atraiga a alguno de sus viejos militantes de Griegos Independientes para completar la mayoría o el PASOK a alguno de Izquierda Democrática. Lo que les va a exigir la troika es la continuación del plan de ajustes y como ominoso aviso acaban de abrir una representación permanente en Atenas para controlar al Gobierno, como exigían los acreedores internacionales (http://www.ekathimerini.com/4dcgi/_w_articles_wsite1_1_06/05/2012_440871 ).
Sin embargo ambos partidos saben que el precio político que tendrán que pagar si hacen eso será terrible: posiblemente el PASOK terminaría desapareciendo del Parlamento y ND pasaría a tener un lugar secundario en la política griega. Por ello el PASOK, en sus primeras declaraciones, se niega a seguir ese juego y reclama un gobierno de coalición nacional, mientras que ND habla claramente de renegociar el plan de ajustes. La solución posiblemente pasaría por algún tipo de escenificación pactada con la UE para continuar los ajustes, confiando en que cuando haya nuevas elecciones lo peor haya pasado, siempre que encuentren alguna forma de reunir los dos escaños que les faltan. Pero esa solución es inestable, independientemente de la artimética parlamentaria, por la dimensión del conflicto social y la abierta discordancia entre la mayoría social y la mayoría parlamentaria.
¿Cuáles han sido las primeras reacciones de la prensa española a los resultados de las elecciones griegas? (me remito por ejemplo a los noticiarios de esta mañana de Carles Francino en la Cadena Ser o a los tertulianos de ayer noche del Canal 24 horas de TVE):
a) Hablar de ingobernabilidad por la división del parlamento. Falso: si Grecia es ingobernable no es estrictamente por aritmética parlamentaria (a falta de esos dos escaños precisos para la coalición PASOK-ND), sino porque esa aritmética parlamentaria está muy alejada de la sensibilidad social (solamente un 33% de votos a partidos que han defendido el plan de ajuste) y esos partido saben que no pueden continuar así si no quieren ser barridos del espectro político griego. Al insistir en la ingobernabilidad y el riesgo de despeñarse por el abismo lo que hace nuestra prensa es presionar a la opinión pública para que acepten como inevitables las políticas de ajuste como única alternativa al caos.
b) Destacar como dato preocupante la presencia de la extrema izquierda y de la extrema derecha, poniendo a SYRIZA al mismo nivel que Amanecer Dorado. Incluso en el Canal 24 horas de TVE de anoche una periodista de El Mundo creía que SYRIZA era el partido nazi (¿para qué irán a un informativo si no pueden informar de nada?). La operación tiene la misma legitimidad intelectual que la del Lehendakari Ibarretxe cuando ponía al mismo nivel al PP y Batasuna por ser los dos espectros del Parlamento Vasco de entonces. Amanecer Dorado es un partido antidemocrático y terrorista; SYRIZA es una coalición heterogénea de partidos y movimientos, más parecido a lo que aquí sería una coalición entre IU, sectores sindicales y del 15-M. O sea es un partido democrático, pero de izquierda, contrario a los ajustes. Incluso podríamos decir que es más democrático que el PASOK o ND, puesto que estos partidos han querido llevar una política contraria a la voluntad mayoritaria del pueblo en base a una mayoría de escaños que no se corresponde con la mayoría social (algo parecido a lo que puede ocurrir con un sistema electoral tan distorsionado como el español).
¿Cómo valorar esta actitud de la prensa española?.
Lo primero es agradecer a la existencia de internet y al acceso a la información de medios extranjeros (para quien sepa cuando menos inglés) la posibilidad de obtener, al menos por una minoría significativa de la población, una información correcta que difiere significativamente de la proporcionada por los medios españoles. Ya no hay que escuchar la Pirenaica, a Dios gracias.
Lo segundo es decir que no es fácil interpretar si estamos ante un caso de incompetencia profesional o de distorsión intencionada de la información. En cualquier caso, cuando la información que se puede obtener por internet es más rigurosa y seria que la proporcionada por la prensa, se entiende la crisis de lectores que sufre ésta. Pero si se trata de una distorsión intencionada, entonces la cosa es más preocupante: ¿quién alberga esos propósitos de criminalización de los partidos, sindicatos y movimientos sociales opuestos a los ajustes?; ¿los trasladarán a España?.
En cuanto a la valoración de los resultados electorales, es llamativo el hundimiento del PASOK (como aquí del PSOE de Zapatero o en Alemania del SPD tras el Gobierno de Gran Coalición). Eso revela claramente que la postura del PSOE de Rubalcaba al situarse en la oposición a los ajustes era totalmente necesaria para los intereses de ese partido y que su gran problema, después de ser los iniciadores de esa política en los años 2010-11, es la credibilidad. Y los resultados de ND posiblemente signifiquen que si la política de ajustes no se corrige sustancialmente, dos o tres años de Gobierno del PP pueden hundir la base electoral de ese partido y hacer surgir otras alternativas de derecha (¿UPYD?, ¿extrema derecha?). Considerando el nivel ético imperante en la presidencia del Gobierno y su exquisito respeto a las promesas electorales y a la palabra dada, no nos sorprendamos si en unos meses Rajoy y sus fieles (muy parecidos a los de ND en Grecia) nos cuentan que nunca fueron partidarios de los ajustes, sino del crecimiento.
El otro mensaje es que los medios de comunicación de masas siguen inmersos en la disciplina de partido. Para ellos solamente es legítima la oposición a la política de ajustes si la defiende el Partido Socialista, sea Rubalcaba u Hollande, pero no tienen problemas en desprestigiar esa misma política si es contraria a los intereses del Partido Socialista local (PASOK). Por eso es importantísimo saber qué va a ocurrir con el SPD tras las elecciones del domingo próximo en Nordrhein Westfalen. ¿Votará el SPD a favor del Pacto Fiscal en el Bundestag?. Imaginemos que lo hacen, en contra del llamamiento, publicado en este blog, de un grupo de intelectuales y economistas y de líderes sindicales (https://xanerrasti.wordpress.com/wp-admin/post.php?post=371&action=edit). ¿Convertiría esa divergencia con el SPD a Jürgen Habermas y al sindicalismo alemán en extremistas de izquierda y cuasi-terroristas?. Los medios españoles se juegan su credibilidad social.
En fin, que en España somos víctimas del tacticismo de los grandes partidos y de sus medios de comunicación afines, capaces de decir una cosa hoy y mañana la contraria, según sus particulares intereses. ¿Cuál es la utilidad del voto cuando se entrega como cheque en blanco por la “hinchada” de cada partido? La abrumadora sensación de que la única opción que nos queda en España es elegir un bando al que seguir, como quien es del Madrid o del Barça, contribuye al pesimismo que inunda a la sociedad española. Por eso, si atendemos a lo que de verdad ha ocurrido en las elecciones griegas, se abre un resquicio para la esperanza, cuando menos tan grande como el que pueda significar la victoria de Hollande para poner fin a la política de ajustes exigida por el Gobierno Merkel.
nota original
Como es habitual en política, lo primero que hizo fue acusar al Gobierno anterior de Nueva Democracia de haber falseado las cuentas públicas, engañar con el déficit y demás. Pero era cierto y además en gran escala. Las cuentas se llevaban falseando, de hecho, muchos años y habían permitido la entrada en el euro, con la inestimable colaboración de Goldman Sachs y la aquiescencia de la Comisión y de Alemania. Pero el “descubrimiento” se hizo en plena crisis bancaria a partir de la caída de las inversiones en hipotecas subprime norteamericanas. Los mercados se pusieron nerviosos por un posible impago de la deuda y comenzó la espiral de la crisis de deuda que terminó con los dos rescates por parte de la “troika” (Comisión, BCE, FMI). Las “condicionalidad” de dichos rescates fueron unos tremendos ajustes presupuestarios y reformas laborales y sociales que suscitaron una gran oposición de la población por el sufrimiento social que implicaban. Por su parte Nueva Democracia, bajo el liderazgo de Samaras, ejerció una oposición hooligan, tipo Rajoy, denunciando los ajustes y acosando al Gobierno socialista.
Tras el intento del Primer Ministro socialista, Papandreou, de someter el programa de ajustes a referéndum, fue obligado a dimitir entre rumores de golpe de Estado militar y sustituido, como poco después le pasó a Berlusconi en Italia, por un nuevo Primer Ministro tecnócrata, Papademos, que encabezó un Gobierno de coalición ND-PASOK para negociar con la troika el programa de ajustes y conseguir su aprobación en el Parlamento. Y esa aprobación se consiguió por la fuerza de los escaños contra una oposición mayoritaria de la población, en medio de gigantescas manifestaciones ocultadas en el extranjero por las imágenes de la violencia de grupos minoritarios (¿les suena de algo?). El PASOK pasó a estar dirigido por el Ministro de Hacienda, Venizelos, mientras que ND, dirigida por Samaras, parecía asentarse como nueva fuerza (a pesar de sufrir escisiones de políticos contrarios a los ajustes) e incluso parecía que iba a volver al Gobierno, gracias al éxito de su forma de hacer oposición, en el escaso margen de dos años y pico.
Y es que, a diferencia de España, donde la aritmética parlamentaria se puede seguir imponiendo hasta finales de 2015, en Grecia se vinieron a convocar elecciones para reajustar la representación parlamentaria a la nueva dinámica gubernamental. En medio se ha desatado, siguiendo la estela lepenista-sarkozista (con adhesiones inesperadas, como la de la Ministra de Sanidad española Ana Mato), una histeria contraria a los inmigrantes, que ha beneficiado, como no podía ser de otra forma, a la extrema derecha. El riesgo evidente era que se formase una mayoría contraria a las reformas, puesto que toda una constelación de partidos, de derecha y de izquierda, se oponían a las mismas. Por tanto todo el mundo asumía que solamente había un Gobierno posible favorable a las reformas, la continuidad de la coalición ND-PASOK.
Pues bien, el resultado de las elecciones ha sido contundente: el PASOK ha pasado de un 44% de los votos a un 13% y ND ha pasado de un 33,5% a un 19%. Entre los dos partidos, únicos que apoyan los planes de ajuste, solamente suman una tercera parte de los votos. Dos terceras partes de los votos se han ido a partidos contrarios a los ajustes, pero de signos muy distintos. Por una parte están dos partidos similares, si bien uno más moderado políticamente que el otro. Uno (SYRIZA) encajaría con lo que en España sería una coalición de izquierda unida, sindicatos y movimiento 15-M y es quien ha estado convocando las movilizaciones contra los recortes. EL otro (Izquierda Democrática) con una cierta sensibilidad más socialista y de izquierdas dentro del PSOE. Ambos son partidos democráticos, que estaban unidos en la misma coalición hasta el año 2010 en que se escindieron. La amplitud de su respaldo electoral ha sido inesperada: 17% SYRIZA (que se convierte en el segundo partido) y 6% Izquierda Democrática. Si no se hubieran escindido hubieran sido el primer partido de Grecia con un 23% de los votos.
Otros partidos significativos en votos son: Griegos independientes (un partido nacionalista y populista de derecha, formado por una escisión de Nueva Democracia contraria a los planes de ajuste), que obtiene un 11% de los votos; el Partido Comunista (un raro ejemplo de Partido Comunista tradicional, cuyas discusiones giran sobre la doctrina leninista), que obtiene un 8,47% de los votos (en 2009 había obtenido un 7,54%, por lo que no tiene una subida significativa, a pesar de que, obviamente, también era contrario a los ajustes) y, atención, un partido Nazi, basado en el odio a la inmigración, y además envuelto en numerosas acciones violentas contra inmigrantes y contra izquierdistas: Amanecer Dorado, que obtiene un 7% de los votos.
Un resumen sobre los diferentes partidos griegos se puede leer, en inglés, en http://ekathimerini.com/4dcgi/_w_articles_wsite3_1_03/05/2012_440466
Ocurre que el sistema electoral griego, para favorecer la estabilidad parlamentaria, regala 50 escaños al primer partido, en este caso Nueva Democracia. Así se reparten 250 escaños por los votos y hay una prima de otros 50 para el partido más votado. Si SYRIZA e Izquierda Democrática se hubieran presentado unidos, esa prima de 50 escaños sería suya y les hubiera colocado en 121 escaños. En realidad la prima de los 50 escaños ha sido para Nueva Democracia, que así tiene 108 escaños en lugar de 58 (que le corresponderían por reparto del voto), frente a 52 de SYRIZA, 41 de PASOK, 33 de Griegos Independientes, 26 del Partido Comunista, 21 de Amanecer Dorado y 19 de Izquierda Democrática).
Por consiguiente a ND y PASOK les faltarían un par de escaños para tener mayoría parlamentaria (aunque bastante justa) para formar Gobierno y proseguir la política de ajustes. Lo más probable es que ND atraiga a alguno de sus viejos militantes de Griegos Independientes para completar la mayoría o el PASOK a alguno de Izquierda Democrática. Lo que les va a exigir la troika es la continuación del plan de ajustes y como ominoso aviso acaban de abrir una representación permanente en Atenas para controlar al Gobierno, como exigían los acreedores internacionales (http://www.ekathimerini.com/4dcgi/_w_articles_wsite1_1_06/05/2012_440871 ).
Sin embargo ambos partidos saben que el precio político que tendrán que pagar si hacen eso será terrible: posiblemente el PASOK terminaría desapareciendo del Parlamento y ND pasaría a tener un lugar secundario en la política griega. Por ello el PASOK, en sus primeras declaraciones, se niega a seguir ese juego y reclama un gobierno de coalición nacional, mientras que ND habla claramente de renegociar el plan de ajustes. La solución posiblemente pasaría por algún tipo de escenificación pactada con la UE para continuar los ajustes, confiando en que cuando haya nuevas elecciones lo peor haya pasado, siempre que encuentren alguna forma de reunir los dos escaños que les faltan. Pero esa solución es inestable, independientemente de la artimética parlamentaria, por la dimensión del conflicto social y la abierta discordancia entre la mayoría social y la mayoría parlamentaria.
¿Cuáles han sido las primeras reacciones de la prensa española a los resultados de las elecciones griegas? (me remito por ejemplo a los noticiarios de esta mañana de Carles Francino en la Cadena Ser o a los tertulianos de ayer noche del Canal 24 horas de TVE):
a) Hablar de ingobernabilidad por la división del parlamento. Falso: si Grecia es ingobernable no es estrictamente por aritmética parlamentaria (a falta de esos dos escaños precisos para la coalición PASOK-ND), sino porque esa aritmética parlamentaria está muy alejada de la sensibilidad social (solamente un 33% de votos a partidos que han defendido el plan de ajuste) y esos partido saben que no pueden continuar así si no quieren ser barridos del espectro político griego. Al insistir en la ingobernabilidad y el riesgo de despeñarse por el abismo lo que hace nuestra prensa es presionar a la opinión pública para que acepten como inevitables las políticas de ajuste como única alternativa al caos.
b) Destacar como dato preocupante la presencia de la extrema izquierda y de la extrema derecha, poniendo a SYRIZA al mismo nivel que Amanecer Dorado. Incluso en el Canal 24 horas de TVE de anoche una periodista de El Mundo creía que SYRIZA era el partido nazi (¿para qué irán a un informativo si no pueden informar de nada?). La operación tiene la misma legitimidad intelectual que la del Lehendakari Ibarretxe cuando ponía al mismo nivel al PP y Batasuna por ser los dos espectros del Parlamento Vasco de entonces. Amanecer Dorado es un partido antidemocrático y terrorista; SYRIZA es una coalición heterogénea de partidos y movimientos, más parecido a lo que aquí sería una coalición entre IU, sectores sindicales y del 15-M. O sea es un partido democrático, pero de izquierda, contrario a los ajustes. Incluso podríamos decir que es más democrático que el PASOK o ND, puesto que estos partidos han querido llevar una política contraria a la voluntad mayoritaria del pueblo en base a una mayoría de escaños que no se corresponde con la mayoría social (algo parecido a lo que puede ocurrir con un sistema electoral tan distorsionado como el español).
¿Cómo valorar esta actitud de la prensa española?.
Lo primero es agradecer a la existencia de internet y al acceso a la información de medios extranjeros (para quien sepa cuando menos inglés) la posibilidad de obtener, al menos por una minoría significativa de la población, una información correcta que difiere significativamente de la proporcionada por los medios españoles. Ya no hay que escuchar la Pirenaica, a Dios gracias.
Lo segundo es decir que no es fácil interpretar si estamos ante un caso de incompetencia profesional o de distorsión intencionada de la información. En cualquier caso, cuando la información que se puede obtener por internet es más rigurosa y seria que la proporcionada por la prensa, se entiende la crisis de lectores que sufre ésta. Pero si se trata de una distorsión intencionada, entonces la cosa es más preocupante: ¿quién alberga esos propósitos de criminalización de los partidos, sindicatos y movimientos sociales opuestos a los ajustes?; ¿los trasladarán a España?.
En cuanto a la valoración de los resultados electorales, es llamativo el hundimiento del PASOK (como aquí del PSOE de Zapatero o en Alemania del SPD tras el Gobierno de Gran Coalición). Eso revela claramente que la postura del PSOE de Rubalcaba al situarse en la oposición a los ajustes era totalmente necesaria para los intereses de ese partido y que su gran problema, después de ser los iniciadores de esa política en los años 2010-11, es la credibilidad. Y los resultados de ND posiblemente signifiquen que si la política de ajustes no se corrige sustancialmente, dos o tres años de Gobierno del PP pueden hundir la base electoral de ese partido y hacer surgir otras alternativas de derecha (¿UPYD?, ¿extrema derecha?). Considerando el nivel ético imperante en la presidencia del Gobierno y su exquisito respeto a las promesas electorales y a la palabra dada, no nos sorprendamos si en unos meses Rajoy y sus fieles (muy parecidos a los de ND en Grecia) nos cuentan que nunca fueron partidarios de los ajustes, sino del crecimiento.
El otro mensaje es que los medios de comunicación de masas siguen inmersos en la disciplina de partido. Para ellos solamente es legítima la oposición a la política de ajustes si la defiende el Partido Socialista, sea Rubalcaba u Hollande, pero no tienen problemas en desprestigiar esa misma política si es contraria a los intereses del Partido Socialista local (PASOK). Por eso es importantísimo saber qué va a ocurrir con el SPD tras las elecciones del domingo próximo en Nordrhein Westfalen. ¿Votará el SPD a favor del Pacto Fiscal en el Bundestag?. Imaginemos que lo hacen, en contra del llamamiento, publicado en este blog, de un grupo de intelectuales y economistas y de líderes sindicales (https://xanerrasti.wordpress.com/wp-admin/post.php?post=371&action=edit). ¿Convertiría esa divergencia con el SPD a Jürgen Habermas y al sindicalismo alemán en extremistas de izquierda y cuasi-terroristas?. Los medios españoles se juegan su credibilidad social.
En fin, que en España somos víctimas del tacticismo de los grandes partidos y de sus medios de comunicación afines, capaces de decir una cosa hoy y mañana la contraria, según sus particulares intereses. ¿Cuál es la utilidad del voto cuando se entrega como cheque en blanco por la “hinchada” de cada partido? La abrumadora sensación de que la única opción que nos queda en España es elegir un bando al que seguir, como quien es del Madrid o del Barça, contribuye al pesimismo que inunda a la sociedad española. Por eso, si atendemos a lo que de verdad ha ocurrido en las elecciones griegas, se abre un resquicio para la esperanza, cuando menos tan grande como el que pueda significar la victoria de Hollande para poner fin a la política de ajustes exigida por el Gobierno Merkel.
nota original
Comentarios
Publicar un comentario