Apoyo mexicano a la expropiación de YPF - EL CONGRESO DE ESE PAIS LES PUSO LIMITE A LAS CRITICAS DE FELIPE CALDERON A LA ARGENTINA
Los diputados exhortaron al presidente a no inmiscuirse en la decisión soberana de la Argentina. Respaldo del Parlatino.
El canciller español, José Manuel García Margallo, afirmó ayer que “Argentina eligió el camino del aislamiento” al expropiar el 51 por ciento de las acciones de Repsol en YPF. Pese a ello, en Latinoamérica el pronóstico está lejos de verificarse. La Cámara de Diputados de México exhortó al presidente de ese país, Felipe Calderón, a no inmiscuirse en la resolución del gobierno de Cristina Fernández de
Kirchner. “Se pide al Ejecutivo que se abstenga de intervenir en la decisión de la República Argentina de nacionalizar sus recursos energéticos”, afirmaron los legisladores. Además, la Junta Directiva del Parlamento Latinoamericano (Parlatino) aprobó “por amplia mayoría” una resolución que respalda la decisión referida a YPF. En términos similares, se manifestaron en los últimos días los gobiernos de Uruguay, Ecuador, Venezuela, Cuba y Paraguay, entre otros.
Apenas Cristina Fernández de Kirchner anunció el envío al Congreso del proyecto de expropiación de YPF, el gobierno español salió en defensa de Repsol como si fuese una empresa estatal de ese país y no una corporación privada. “Es una decisión contra España y los españoles”, afirmó entonces el ministro de Industria, José Manuel Soria. En los días siguientes, el gobierno de Mariano Rajoy mantuvo reuniones con funcionarios de la Unión Europea y de Estados Unidos para tratar de lograr su solidaridad y meterle presión a la Argentina.
El canciller español, José Manuel García Margallo, insistió ayer de nuevo con esa idea. Sostuvo que habló “con varios embajadores” que le manifestaron la supuesta desconfianza que genera Argentina. “Cuando usted pone el dinero allí y no sabe lo que va a pasar, lo que hace es simplemente irse a otro lado, a Chile, Colombia, Brasil, México, donde las cosas son más serias”, agregó.
La descripción de España, sin embargo, no se corresponde con la posición que han manifestado los países latinoamericanos. Los diputados mexicanos fueron muy claros al pedirle al presidente Felipe Calderón que se mantenga al margen de la disputa. Calderón fue uno de los primeros presidentes que se sumó al español Rajoy criticando la decisión argentina a la que calificó como “muy lamentable”. Esa reacción se explica en parte por los intereses de la petrolera estatal mexicana Pemex, que es accionista de Repsol. No obstante, los legisladores le pidieron que se abstenga de intervenir.
La posición de la Cámara fue a instancias del diputado del opositor Partido de la Revolución Democrática (PRD), Marcos Carlos Cruz Martínez, quien consideró “desafortunada” la declaración de Calderón. “Sólo el pueblo argentino deberá evaluar y calificar las decisiones de la presidenta Cristina Fernández y del Congreso argentino”, opinó. Por su parte, la diputada Laura Itzel Castillo Juárez afirmó que Calderón “lo que está haciendo es defender sus intereses personales por encima, incluso, de los que puede tener una nación. Ya que es conocido que en nuestro país la privatización conduce a la corrupción”.
El Parlamento Latinoamericano también apoyó a la Argentina. A través de una resolución, el organismo resolvió “respaldar” la decisión de “nacionalizar la empresa Repsol YPF como un acto de soberanía energética para el bienestar del pueblo argentino, contribuyendo al autoabastecimiento, la satisfacción de la demanda nacional y la disminución del precio del crudo”. Rechazó además “categóricamente la posición tomada por el gobierno español y la Unión Europea de amenazar al Estado argentino con represalias en el campo comercial en lugar de tomar la vía del diálogo”.
El viernes pasado, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, había asumido una posición similar. “Brasil no interfiere en los asuntos internos de otros países”, señaló la mandataria antes de recibir al ministro de Planificación Federal, Julio De Vido.
nota original
El canciller español, José Manuel García Margallo, afirmó ayer que “Argentina eligió el camino del aislamiento” al expropiar el 51 por ciento de las acciones de Repsol en YPF. Pese a ello, en Latinoamérica el pronóstico está lejos de verificarse. La Cámara de Diputados de México exhortó al presidente de ese país, Felipe Calderón, a no inmiscuirse en la resolución del gobierno de Cristina Fernández de
Kirchner. “Se pide al Ejecutivo que se abstenga de intervenir en la decisión de la República Argentina de nacionalizar sus recursos energéticos”, afirmaron los legisladores. Además, la Junta Directiva del Parlamento Latinoamericano (Parlatino) aprobó “por amplia mayoría” una resolución que respalda la decisión referida a YPF. En términos similares, se manifestaron en los últimos días los gobiernos de Uruguay, Ecuador, Venezuela, Cuba y Paraguay, entre otros.
Apenas Cristina Fernández de Kirchner anunció el envío al Congreso del proyecto de expropiación de YPF, el gobierno español salió en defensa de Repsol como si fuese una empresa estatal de ese país y no una corporación privada. “Es una decisión contra España y los españoles”, afirmó entonces el ministro de Industria, José Manuel Soria. En los días siguientes, el gobierno de Mariano Rajoy mantuvo reuniones con funcionarios de la Unión Europea y de Estados Unidos para tratar de lograr su solidaridad y meterle presión a la Argentina.
El canciller español, José Manuel García Margallo, insistió ayer de nuevo con esa idea. Sostuvo que habló “con varios embajadores” que le manifestaron la supuesta desconfianza que genera Argentina. “Cuando usted pone el dinero allí y no sabe lo que va a pasar, lo que hace es simplemente irse a otro lado, a Chile, Colombia, Brasil, México, donde las cosas son más serias”, agregó.
La descripción de España, sin embargo, no se corresponde con la posición que han manifestado los países latinoamericanos. Los diputados mexicanos fueron muy claros al pedirle al presidente Felipe Calderón que se mantenga al margen de la disputa. Calderón fue uno de los primeros presidentes que se sumó al español Rajoy criticando la decisión argentina a la que calificó como “muy lamentable”. Esa reacción se explica en parte por los intereses de la petrolera estatal mexicana Pemex, que es accionista de Repsol. No obstante, los legisladores le pidieron que se abstenga de intervenir.
La posición de la Cámara fue a instancias del diputado del opositor Partido de la Revolución Democrática (PRD), Marcos Carlos Cruz Martínez, quien consideró “desafortunada” la declaración de Calderón. “Sólo el pueblo argentino deberá evaluar y calificar las decisiones de la presidenta Cristina Fernández y del Congreso argentino”, opinó. Por su parte, la diputada Laura Itzel Castillo Juárez afirmó que Calderón “lo que está haciendo es defender sus intereses personales por encima, incluso, de los que puede tener una nación. Ya que es conocido que en nuestro país la privatización conduce a la corrupción”.
El Parlamento Latinoamericano también apoyó a la Argentina. A través de una resolución, el organismo resolvió “respaldar” la decisión de “nacionalizar la empresa Repsol YPF como un acto de soberanía energética para el bienestar del pueblo argentino, contribuyendo al autoabastecimiento, la satisfacción de la demanda nacional y la disminución del precio del crudo”. Rechazó además “categóricamente la posición tomada por el gobierno español y la Unión Europea de amenazar al Estado argentino con represalias en el campo comercial en lugar de tomar la vía del diálogo”.
El viernes pasado, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, había asumido una posición similar. “Brasil no interfiere en los asuntos internos de otros países”, señaló la mandataria antes de recibir al ministro de Planificación Federal, Julio De Vido.
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