Sigue el suspenso sobre la deuda griega - EUROPA NEGOCIA CON LA BANCA PARA QUE ACEPTEN UN RECORTE MAYOR AL CINCUENTA POR CIENTO

La Unión Europea acordó el monto que tendrá la recapitalización de los bancos y decidió ampliar el Fondo de Estabilización, pero todavía no logra que los bancos asuman las pérdidas necesarias para hacer viable la recuperación griega.

La Unión Europea llegó a un acuerdo en la cumbre de Bruselas para recapitalizar a los bancos y ampliar el Fondo Europeo de Estabilización Financiera (FEEF) a un billón de euros, punto que resta ser rubricado por los países de la Zona Euro. Sin embargo, todavía no se llegó a un consenso con los bancos para establecer el nivel de quita de la deuda que podrá aplicar Grecia, algo sobre lo que siguen trabajando la canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro francés, Nicolas Sarkozy. Según los trascendidos, el recorte en el precio de las obligaciones griegas sería superior al 50 por ciento. Alemania llevó a Bruselas una propuesta refrendada por su Parlamento. Merkel, para lograr el visto bueno de los diputados, aseguró que “si cae el euro, cae Alemania”. El paquete compuesto por la quita a Grecia y el salvataje a los países débiles y al sector privado aún no está completo y mantiene la premisa ortodoxa de la prudencia fiscal.
Los líderes europeos se reunieron por segunda vez en pocos días, ya que el domingo tuvo lugar un encuentro que, en teoría, iba a ser “decisivo” para tratar de encontrar una salida a la crisis del euro. En Bruselas, sede del Consejo Europeo, se juntaron ayer en primer lugar los 27 países que conforman la Unión Europea, y luego el convite quedó reducido a las 17 naciones que pertenecen a la Zona Euro.
Durante la primera hora y media de la reunión, los máximos representantes de la UE llegaron a un acuerdo sobre la recapitalización del sector bancario, el punto menos controvertido de la agenda. Se elevaron los niveles mínimos de capital de máxima calidad hasta el 9 por ciento de los activos ponderados por riesgo, requisitos que las entidades deberán cumplir antes de julio de 2012. Para calcular las necesidades de los bancos, se medirá la exposición a la deuda pública de los países con problemas al cierre del tercer trimestre. Para alcanzar la nueva meta, los bancos deberían incrementar su capital en 108 mil millones de euros, según la UE. Para el FMI, ese monto asciende a 200 mil millones.
Las autoridades europeas pretenden que los bancos salgan al mercado a financiarse por su cuenta, con la posibilidad de que la UE otorgue la garantía, para reducir el costo del préstamo. En última instancia, que sean asistidos por el fondo de rescate. La banca española, después de la griega, es la más comprometida. Por su parte, el Banco Central Europeo (BCE) inyectó a 181 entidades bancarias 56.900 millones de euros en operaciones a un año. El primer préstamo de este tipo fue realizado por la autoridad monetaria en junio de 2009, por 442.240 millones, que se repartió entre 1121 entidades.
A la vez, la UE impuso la prohibición al pago de dividendos a los accionistas y los bonus a los ejecutivos de las entidades que necesiten reforzar su nivel de capital. El Consejo Europeo advirtió a los encargados de cada país de supervisar al sistema bancario, para evitar que la elevación de capital lleve a un “excesivo endeudamiento” y que se racione el crédito, algo que impactaría en forma negativa sobre la demanda agregada.
Por otro lado, los gobiernos llegaron a un principio de acuerdo para elevar el FEEF, desde 440 mil millones a un billón de euros. Alemania se opone férreamente a que el BCE financie el FEEF. Esa postura llevó Merkel a Bruselas, luego de haber conseguido, en Berlín, el guiño del Parlamento. Para lograrlo, no ahorró frases altisonantes: “la situación es la más grave desde la Segunda Guerra Mundial”, dijo en el Bundestag. El acuerdo supone “apalancar” el fondo, aunque no especifica por ahora mediante qué recursos. Además, el fondo garantizaría entre un 20 a 30 por ciento de los bonos emitidos por países miembros de la Zona Euro. Aún no se conoce el papel que puede cumplir, para ampliar el fondo, el aporte de China.
La necesidad de mejorar la solvencia de los bancos y de las economías más débiles mediante el FEEF se vincula estrechamente con la quita que se le aplicará a la deuda griega y el efecto que ello podría tener sobre la solvencia de otros países débiles de Europa. En lugar del 21 por ciento acordado en julio, la creciente insostenibilidad griega hizo elevar la propuesta de quita hasta el 50 o 60 por ciento, según trascendió de la reunión de la UE, algo a lo que se oponen las entidades privadas. Merkel, Sarkozy, la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, y el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, son los encargados de negociar el recorte con la banca. En tanto, la conocida receta del ajuste no cesa. Los líderes reunidos en Bruselas volvieron a presionar a Italia para que aplique un plan de recortes fiscales.

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