Los Martínez de Hoz cosechan repudios - FESTIVAL Y ACTO DE RESPALDO A OSVALDO BAYER, DEMANDADO POR SU PELICULA AWKA LIWEN
El escritor fue demandado por los tataranietos del fundador de la Sociedad Rural por un documental que denuncia los hechos de la Campaña del Desierto. En plaza Lavalle hubo apoyos de comunidades originarias y organizaciones sociales y de DD.HH.
Caminaba Osvaldo Bayer entre la gente de a pie que llegó para acompañarlo, darle apoyo, en plaza Lavalle, con el Palacio de Tribunales de fondo. La corriente histórica que el hombre encarna tiene sus seguidores, que se hicieron tribuna durante la tarde y la noche de ayer. Pero también tiene sus detractores: Alejandro y José Martínez de Hoz, entre los más notables. Los nietos del ministro de Economía de la dictadura cívico militar demandaron al periodista por denunciar en el documental Awka Liwen la apropiación de territorios indígenas, masacres mediante, que tuvo como protagonista al estanciero y tatarabuelo de los demandantes. La arremetida judicial alcanzó también a Mariano Aiello, director del film, y al historiado Felipe Pigna, colaborador del proyecto. Para repudiar la acción judicial contra el periodista y escritor, organizaciones indígenas, artistas, sindicatos y organismos de derechos humanos se hicieron presentes en un acto que sirvió de excusa para retomar la historia que cuenta Bayer: genocidio de los pueblos originarios, apropiación de territorios y modelo económico agroexportador. “El agravio ha sido la mejor propaganda”, compartió el demandado con Página/12.
El protagonista de la jornada recorría el espacio público ganado por individuos que en colectivo lo repaldaron. “Es un repudio a la actitud de la familia Martínez de Hoz”, definió a la jornada. Señaló el escritor que esa familia dice que en el film se le ha “faltado el respeto”. A eso, Bayer contrapuso: “Mostramos pruebas científicas sobre lo que han hecho –en el marco de la mal llamada Campaña del Desierto–, y vamos a llevarlas al extremo”.
Entre saludos y muestras de afecto, el escritor y columnista de este diario se hizo un espacio para dialogar con representantes del Partido Verde de Alemania, que llegaron para darle su respaldo al documental. La coodirectora de la película es la alemana Kristina Hille.
Mientras, la música no se tomaba respiro: rock, folklore electrónico, ritmos gitanos y alguna zamba pusieron la cuota artística a la tarde. Entre artista y artista, varios oradores aprovecharon para soltar palabras cálidas hacia el escritor. Tras leer un cuento del subcomandante Marcos, Eduardo Nachman, de la Red de Solidaridad con Chiapas, dijo a este diario que “es sencillo hacer una unión” entre el referente campesino-indígena mexicano y Bayer: “Osvaldo ha llevado la voz de los sin voz. Siempre denunciando a la oligarquía y reivindicando a los pueblos originarios”.
Entre los presentes estuvo el electo representante de la comunidad qom de La Primavera (Formosa), Félix Díaz, quien destacó que el historiador demandado “es un defensor de la lucha indígena, que ayudó y ayuda a visibilizar a los pueblos originarios”. “Es un hombre que ha dado la vida por instalar el tema indígena”, enfatizó desde el escenario. En esa línea, reivindicó a Bayer el Tayta Ullpu (Carmelo), docente quechua. “El ha tomado la causa no siendo originario”, valoró y puso de contrapunto que “quienes le iniciaron un juicio ocupan tierras a costa de sangre indígena”. “Desde Los Juríes, en el monte santiagueño, un abrazo fraterno a los hombres que dicen la verdad y no esconden la mentira”, le dedicó antes de entonar algunos temas el Duende Garnica.
El otro demandado, Mariano Aiello, compartió su sorpresa por la acción de los Martínez de Hoz: “Nos atacan por hablar de la apropiación de riquezas, de masacres”. El director de Awka Liwen planteó que los denunciantes “se creen los dueños de la palabra”, porque “piden eliminar el apellido de la película”. Aunque reconoció que tiene “miedo”, por una serie de amenazas que sufrió, Aiello dijo que seguirán firmes en sus tareas investigativas. “Leyeron mal el momento histórico”, apuntó.
Frente al escenario, sentado en una silla y escoltado a un lado por Nora Cortiñas y al otro por Mirta Baravalle, ambas de Madres Línea Fundadora, Bayer miró y escuchó atento cada número musical, cada palabra que le era dedicada, cada discurso en favor de los derechos indígenas. La actitud de los Martínez de Hoz “no es sólo una ofensa a Osvaldo sino a la ciudadanía”, calificó Baravalle. La militante de los derechos humanos machacó: “Osvaldo cuenta un genocidio, y es un buen momento para que los que todavía ignoran el despojo de los pueblos originarios lo conozcan”.
Breve y contundente fue el paso del juez de la Corte Suprema Raúl Zaffaroni. “Bayer es un intelectual, un amigo, tengo gran admiración por él”, explicó ante este diario.
La denuncia contra quienes encabezaron el documental “ha sido la mejor propaganda”, consideró Bayer. El balance por ahora es positivo: “Mucha gente se ha acercado a verla a partir de que se enteraron de que los Martínez de Hoz la querían censurar”. Las instancias judiciales darán el resultado final.
nota original
Caminaba Osvaldo Bayer entre la gente de a pie que llegó para acompañarlo, darle apoyo, en plaza Lavalle, con el Palacio de Tribunales de fondo. La corriente histórica que el hombre encarna tiene sus seguidores, que se hicieron tribuna durante la tarde y la noche de ayer. Pero también tiene sus detractores: Alejandro y José Martínez de Hoz, entre los más notables. Los nietos del ministro de Economía de la dictadura cívico militar demandaron al periodista por denunciar en el documental Awka Liwen la apropiación de territorios indígenas, masacres mediante, que tuvo como protagonista al estanciero y tatarabuelo de los demandantes. La arremetida judicial alcanzó también a Mariano Aiello, director del film, y al historiado Felipe Pigna, colaborador del proyecto. Para repudiar la acción judicial contra el periodista y escritor, organizaciones indígenas, artistas, sindicatos y organismos de derechos humanos se hicieron presentes en un acto que sirvió de excusa para retomar la historia que cuenta Bayer: genocidio de los pueblos originarios, apropiación de territorios y modelo económico agroexportador. “El agravio ha sido la mejor propaganda”, compartió el demandado con Página/12.
El protagonista de la jornada recorría el espacio público ganado por individuos que en colectivo lo repaldaron. “Es un repudio a la actitud de la familia Martínez de Hoz”, definió a la jornada. Señaló el escritor que esa familia dice que en el film se le ha “faltado el respeto”. A eso, Bayer contrapuso: “Mostramos pruebas científicas sobre lo que han hecho –en el marco de la mal llamada Campaña del Desierto–, y vamos a llevarlas al extremo”.
Entre saludos y muestras de afecto, el escritor y columnista de este diario se hizo un espacio para dialogar con representantes del Partido Verde de Alemania, que llegaron para darle su respaldo al documental. La coodirectora de la película es la alemana Kristina Hille.
Mientras, la música no se tomaba respiro: rock, folklore electrónico, ritmos gitanos y alguna zamba pusieron la cuota artística a la tarde. Entre artista y artista, varios oradores aprovecharon para soltar palabras cálidas hacia el escritor. Tras leer un cuento del subcomandante Marcos, Eduardo Nachman, de la Red de Solidaridad con Chiapas, dijo a este diario que “es sencillo hacer una unión” entre el referente campesino-indígena mexicano y Bayer: “Osvaldo ha llevado la voz de los sin voz. Siempre denunciando a la oligarquía y reivindicando a los pueblos originarios”.
Entre los presentes estuvo el electo representante de la comunidad qom de La Primavera (Formosa), Félix Díaz, quien destacó que el historiador demandado “es un defensor de la lucha indígena, que ayudó y ayuda a visibilizar a los pueblos originarios”. “Es un hombre que ha dado la vida por instalar el tema indígena”, enfatizó desde el escenario. En esa línea, reivindicó a Bayer el Tayta Ullpu (Carmelo), docente quechua. “El ha tomado la causa no siendo originario”, valoró y puso de contrapunto que “quienes le iniciaron un juicio ocupan tierras a costa de sangre indígena”. “Desde Los Juríes, en el monte santiagueño, un abrazo fraterno a los hombres que dicen la verdad y no esconden la mentira”, le dedicó antes de entonar algunos temas el Duende Garnica.
El otro demandado, Mariano Aiello, compartió su sorpresa por la acción de los Martínez de Hoz: “Nos atacan por hablar de la apropiación de riquezas, de masacres”. El director de Awka Liwen planteó que los denunciantes “se creen los dueños de la palabra”, porque “piden eliminar el apellido de la película”. Aunque reconoció que tiene “miedo”, por una serie de amenazas que sufrió, Aiello dijo que seguirán firmes en sus tareas investigativas. “Leyeron mal el momento histórico”, apuntó.
Frente al escenario, sentado en una silla y escoltado a un lado por Nora Cortiñas y al otro por Mirta Baravalle, ambas de Madres Línea Fundadora, Bayer miró y escuchó atento cada número musical, cada palabra que le era dedicada, cada discurso en favor de los derechos indígenas. La actitud de los Martínez de Hoz “no es sólo una ofensa a Osvaldo sino a la ciudadanía”, calificó Baravalle. La militante de los derechos humanos machacó: “Osvaldo cuenta un genocidio, y es un buen momento para que los que todavía ignoran el despojo de los pueblos originarios lo conozcan”.
Breve y contundente fue el paso del juez de la Corte Suprema Raúl Zaffaroni. “Bayer es un intelectual, un amigo, tengo gran admiración por él”, explicó ante este diario.
La denuncia contra quienes encabezaron el documental “ha sido la mejor propaganda”, consideró Bayer. El balance por ahora es positivo: “Mucha gente se ha acercado a verla a partir de que se enteraron de que los Martínez de Hoz la querían censurar”. Las instancias judiciales darán el resultado final.
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