Caída de acciones y corrida bancaria - COCTEL EXPLOSIVO EN EL MERCADO FINANCIERO EUROPEO POR LAS POLITICAS DE AJUSTE DEL GASTO PUBLICO
Grecia está al borde del default, Bélgica salió al rescate de su principal entidad bancaria y Portugal reduce el gasto en educación como lo hizo España. En tanto, la Fed adelantó medidas adicionales para evitar la recesión en EE.UU.
Los mercados europeos volvieron a ser arrastrados por el temor a un eventual default griego. El sinceramiento por parte del gobierno de ese país sobre su delicada situación presupuestaria fue el detonante de la caída desplome, cuyo saldo fue un retroceso del 2,5 por ciento promedio en las principales plazas bursátiles. El ministro de Finanzas griego, Evangelos Venizelos, reconoció que tiene recursos para pagar sueldos y jubilaciones sólo hasta mitad de noviembre. La trama se complica ya que las autoridades en Atenas deberán esperar precisamente hasta ese mes para conocer si recibirán el último desembolso de rescate. Y el final parece anticiparse: el propio Venizelos admitió dificultades para cumplir con sus nuevos compromisos de reducción del déficit para recibir esos fondos.
Las autoridades griegas requieren de unos 8000 millones de euros, correspondientes a un tramo del crédito que le fue otorgado el año pasado. Para recibirlos necesita la aprobación por parte de la “troika” auditora, compuesta por representantes del Fondo Monetario, el Banco Central Europeo y la Comisión Europea.
Los ministros de Finanzas de la Eurozona decidieron aplazar la aprobación, mientras se espera que Grecia ponga en marcha un nuevo paquete de recortes. “Podemos tener problema para alcanzar el objetivo de cerrar con un déficit de un 8,5 por ciento del PBI este año. Está en nuestras manos, del Estado y ciudadanos, alcanzar este objetivo”, señaló Venizelos, tras una reunión del Eurogrupo en Luxemburgo.
Mientras intenta seducirlos, cumpliendo todas las recetas a las que es sometido, a la administración de Giorgos Papandreu se le acaba el tiempo y el dinero. Atenas anunció nuevas medidas de austeridad que deberían reportarle unos 7110 millones de euros de ahorro. Sin embargo, el ministro griego declaró que el país no enfrentará problemas de liquidez, al menos “hasta mediados de noviembre”. La respuesta del mercado fue inmediata, la Bolsa de valores ateniense registró un retroceso del 6,3 por ciento, arrastrada por pérdidas de hasta 10 por ciento en el sector bancario. Ese indicador alcanzó los registros de hace 18 años.
El retroceso de las acciones de bancos también tuvo su explicación en los temores que generan sus balances. Por caso, el gobierno belga se encuentra abocado a analizar la crisis del banco franco-belga Dexia, al tiempo que no descarta la posibilidad de crear el denominado “banco malo”, hacia donde trasladar los “activos tóxicos” de la entidad. Esta iniciativa había sido planteada en 2008 por el gobierno estadounidense luego de la caída de Lehman. Las acciones de Dexia perdieron ayer un 22 por ciento en su negociación en la Bolsa de Bruselas. La entidad podría vender activos para recuperar su liquidez. Según estimaciones del mercado, el Dexia podría contar con unos 100.000 millones de euros en activos basura.
En tanto, los ajustes se siguen replicando en otras economías con serios problemas presupuestarios. Portugal anunció un recorte en educación como medida anticrisis, aconsejado por los organismos internacionales de crédito. El programa tiene previsto un ajuste de más de 600 millones de euros en esta área, lo que equivale a una disminución del 8 por ciento del total estimado. En España, los recortes no están dando los resultados esperados, mientras la economía es duramente golpeada. En septiembre, la tasa de de-sempleo se incrementó en 2,3 puntos porcentuales respecto de agosto, alcanzando a un total de 4,3 millones de personas. El banco de inversión Goldman Sachs estimó que la economía española se reducirá dos décimas en el último trimestre de 2011 y se contraerá otro 0,2 por ciento en el primero de 2012, con lo que entraría en una nueva recesión. Standard and Poor’s coincidió con el pronóstico, mientras que Moody’s redujo la nota de la deuda italiana.
En Estados Unidos, las acciones, en cambio, lograron recuperarse cerca del cierre de las operaciones, ante la posibilidad de que los dirigentes de la Unión Europea contemplen alternativas para coordinar la recapitalización de los bancos. A esto se sumaron los dichos del titular de la Fed, Ben Bernanke, quien reiteró ante el Congreso que “está preparado para tomar acciones adicionales”, ante las previsiones de “lenta recuperación económica”. El resultado fue una alza del 1,4 por ciento en el principal índice de Wall Street, el Dow Jones.
nota original
Los mercados europeos volvieron a ser arrastrados por el temor a un eventual default griego. El sinceramiento por parte del gobierno de ese país sobre su delicada situación presupuestaria fue el detonante de la caída desplome, cuyo saldo fue un retroceso del 2,5 por ciento promedio en las principales plazas bursátiles. El ministro de Finanzas griego, Evangelos Venizelos, reconoció que tiene recursos para pagar sueldos y jubilaciones sólo hasta mitad de noviembre. La trama se complica ya que las autoridades en Atenas deberán esperar precisamente hasta ese mes para conocer si recibirán el último desembolso de rescate. Y el final parece anticiparse: el propio Venizelos admitió dificultades para cumplir con sus nuevos compromisos de reducción del déficit para recibir esos fondos.
Las autoridades griegas requieren de unos 8000 millones de euros, correspondientes a un tramo del crédito que le fue otorgado el año pasado. Para recibirlos necesita la aprobación por parte de la “troika” auditora, compuesta por representantes del Fondo Monetario, el Banco Central Europeo y la Comisión Europea.
Los ministros de Finanzas de la Eurozona decidieron aplazar la aprobación, mientras se espera que Grecia ponga en marcha un nuevo paquete de recortes. “Podemos tener problema para alcanzar el objetivo de cerrar con un déficit de un 8,5 por ciento del PBI este año. Está en nuestras manos, del Estado y ciudadanos, alcanzar este objetivo”, señaló Venizelos, tras una reunión del Eurogrupo en Luxemburgo.
Mientras intenta seducirlos, cumpliendo todas las recetas a las que es sometido, a la administración de Giorgos Papandreu se le acaba el tiempo y el dinero. Atenas anunció nuevas medidas de austeridad que deberían reportarle unos 7110 millones de euros de ahorro. Sin embargo, el ministro griego declaró que el país no enfrentará problemas de liquidez, al menos “hasta mediados de noviembre”. La respuesta del mercado fue inmediata, la Bolsa de valores ateniense registró un retroceso del 6,3 por ciento, arrastrada por pérdidas de hasta 10 por ciento en el sector bancario. Ese indicador alcanzó los registros de hace 18 años.
El retroceso de las acciones de bancos también tuvo su explicación en los temores que generan sus balances. Por caso, el gobierno belga se encuentra abocado a analizar la crisis del banco franco-belga Dexia, al tiempo que no descarta la posibilidad de crear el denominado “banco malo”, hacia donde trasladar los “activos tóxicos” de la entidad. Esta iniciativa había sido planteada en 2008 por el gobierno estadounidense luego de la caída de Lehman. Las acciones de Dexia perdieron ayer un 22 por ciento en su negociación en la Bolsa de Bruselas. La entidad podría vender activos para recuperar su liquidez. Según estimaciones del mercado, el Dexia podría contar con unos 100.000 millones de euros en activos basura.
En tanto, los ajustes se siguen replicando en otras economías con serios problemas presupuestarios. Portugal anunció un recorte en educación como medida anticrisis, aconsejado por los organismos internacionales de crédito. El programa tiene previsto un ajuste de más de 600 millones de euros en esta área, lo que equivale a una disminución del 8 por ciento del total estimado. En España, los recortes no están dando los resultados esperados, mientras la economía es duramente golpeada. En septiembre, la tasa de de-sempleo se incrementó en 2,3 puntos porcentuales respecto de agosto, alcanzando a un total de 4,3 millones de personas. El banco de inversión Goldman Sachs estimó que la economía española se reducirá dos décimas en el último trimestre de 2011 y se contraerá otro 0,2 por ciento en el primero de 2012, con lo que entraría en una nueva recesión. Standard and Poor’s coincidió con el pronóstico, mientras que Moody’s redujo la nota de la deuda italiana.
En Estados Unidos, las acciones, en cambio, lograron recuperarse cerca del cierre de las operaciones, ante la posibilidad de que los dirigentes de la Unión Europea contemplen alternativas para coordinar la recapitalización de los bancos. A esto se sumaron los dichos del titular de la Fed, Ben Bernanke, quien reiteró ante el Congreso que “está preparado para tomar acciones adicionales”, ante las previsiones de “lenta recuperación económica”. El resultado fue una alza del 1,4 por ciento en el principal índice de Wall Street, el Dow Jones.
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