“Los ricos reclaman pero no aportan” - POLEMICA EN EL G-20 POR EL PRECIO DE LOS COMMODITIES (los ricos tienen derecho a pedir mas nuestra sangre y algo mas...)
Argentina insistió ayer en un encuentro del Grupo de los 20 en que “no comparte el diagnóstico que hacen algunas instituciones de que el problema de la pobreza y el hambre está vinculado con la volatilidad de las materias primas”, sino que “se debe a la injusta distribución de la riqueza”. Al hablar ante la conferencia sobre el precio de los commodities que se realizó en Turquía, Julián Domínguez, ministro de Agricultura, defendió la inversión en biotecnología como “el único camino para aumentar la producción agroalimentaria” y contribuir así a disminuir la altísima volatilidad de precios.
En la última jornada de debates, Domínguez subrayó que desde los países desarrollados “se reclama combatir la pobreza y se señala el riesgo de la volatilidad de los precios, pero no se hace nada por generar los instrumentos para aumentar la producción de alimentos”. Apuntó que, en cambio, “somos los países productores de alimentos los que hemos hecho un gran esfuerzo en inversión de tecnología y desarrollo de la genética y biotecnología”. “Estamos convencidos de que sólo la biotecnología nos permitirá dar respuesta al hambre en el mundo, disminuir la pobreza, y estaremos contribuyendo a disminuir el riesgo de la volatilidad de los precios de los commodities”, afirmó el ministro de Agricultura.
La polémica en torno del peso de la especulación financiera como determinante de la volatilidad de los precios agrícolas volvió a dividir aguas en la conferencia que culminó ayer en Estambul. El ministro de Industria y Energía de Francia, Eric Besson, coincidió con la posición argentina en alentar la inversión para incrementar la producción agrícola, aunque también se mostró partidario de avanzar en una mayor regulación sobre el mercado financiero, concretamente en instrumentos como los derivados y futuros, “a fin de impedir abusos”.
Esta postura, que también es acompañada por Argentina, mereció en cambio el rechazo del representante suizo, Alexandre Karrer, secretario de Finanzas, que sostuvo que “el desequilibrio entre la oferta y la demanda es lo que está detrás de la volatilidad, no la especulación financiera”. Tanto el representante de Emiratos Arabes como el ministro de Asuntos Económicos de Turquía intervinieron en la polémica, destacando la masividad alcanzada por las operaciones financieras con materias primas. A pesar de la falta de acuerdo, en la declaración final los representantes del G-20 abogaron por una mayor transparencia sobre las transacciones de manera de aportar estabilidad y evitar abusos en los precios.
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En la última jornada de debates, Domínguez subrayó que desde los países desarrollados “se reclama combatir la pobreza y se señala el riesgo de la volatilidad de los precios, pero no se hace nada por generar los instrumentos para aumentar la producción de alimentos”. Apuntó que, en cambio, “somos los países productores de alimentos los que hemos hecho un gran esfuerzo en inversión de tecnología y desarrollo de la genética y biotecnología”. “Estamos convencidos de que sólo la biotecnología nos permitirá dar respuesta al hambre en el mundo, disminuir la pobreza, y estaremos contribuyendo a disminuir el riesgo de la volatilidad de los precios de los commodities”, afirmó el ministro de Agricultura.
La polémica en torno del peso de la especulación financiera como determinante de la volatilidad de los precios agrícolas volvió a dividir aguas en la conferencia que culminó ayer en Estambul. El ministro de Industria y Energía de Francia, Eric Besson, coincidió con la posición argentina en alentar la inversión para incrementar la producción agrícola, aunque también se mostró partidario de avanzar en una mayor regulación sobre el mercado financiero, concretamente en instrumentos como los derivados y futuros, “a fin de impedir abusos”.
Esta postura, que también es acompañada por Argentina, mereció en cambio el rechazo del representante suizo, Alexandre Karrer, secretario de Finanzas, que sostuvo que “el desequilibrio entre la oferta y la demanda es lo que está detrás de la volatilidad, no la especulación financiera”. Tanto el representante de Emiratos Arabes como el ministro de Asuntos Económicos de Turquía intervinieron en la polémica, destacando la masividad alcanzada por las operaciones financieras con materias primas. A pesar de la falta de acuerdo, en la declaración final los representantes del G-20 abogaron por una mayor transparencia sobre las transacciones de manera de aportar estabilidad y evitar abusos en los precios.
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