El temor, las dudas y los rumores castigan a los bancos europeos (joderce votaron gente como sarkosy o cameron suerte)
Las acciones de los bancos europeos sufrieron una nueva paliza el miércoles mientras los inversionistas fueron ahuyentados por una combinación de rumores infundados y la creciente evidencia sobre el enfriamiento de las principales economías desarrolladas del mundo. La acción de un importante banco francés llegó a caer más de 20%.
Al menos once grandes bancos europeos vieron sus acciones caer 8% o más, una señal siniestra para un sector cuyas acciones tienden a negociarse en bandas relativamente estrechas, excepto en tiempos de crisis. Los más castigados fueron los franceses. Las acciones de Société Générale SA cerraron con una caída de 15%, las de Crédit Agricole cedieron 12% y las de BNP Paribas SA 9%. El daño, en todo caso, no se limitó a los bancos franceses. En Nueva York, los ADR de Deutsche Bank retrocedieron 12% y los de Banco Santander SA 9,5%. En la Bolsa de Milán, las acciones de Intesa Sanpaolo descendieron 14%.
La avalancha vendedora a lo largo del sector fue desencadenada en parte por rumores de que Société Générale se encontraba en grandes apuros. "Rumores de un banco francés a punto de hundirse", escribió el miércoles un ejecutivo de una firma de valores estadounidense en un correo electrónico a clientes y reporteros con el siguiente encabezamiento: "UN RUMOR FRANCÉS. REITERO, UN RUMOR".
El rumor era falso. En un comunicado emitido tras el cierre de los mercados, Société Générale aseguró que gozaba de una excelente salud financiera y que había limitado su exposición a la deuda de los países del sur de Europa en aprietos. El banco parisino informó que le solicitó a los reguladores franceses investigar los rumores, que habrían afectado los intereses de los accionistas.
Société Générale ha estado combatiendo los rumores infundados durante días. El tabloide británico Daily Mail publicó el fin de semana una nota en la que afirmaba que el banco estaba en una situación "peligrosa" y al "borde del desastre". El artículo circuló ampliamente entre los corredores de bolsa.
El periódico se retractó el miércoles. "Aceptamos que eso no era cierto y ofrecemos nuestras disculpas sin reservas a Société Générale por cualquier inconveniente causado", dijo el Daily Mail en su página de Internet.
El severo impacto de los rumores en los mercados resalta el nerviosismo de los inversionistas, especialmente en todo lo que tiene que ver con el estado del sistema bancario europeo.
Por cerca de dos años, muchos inversionistas y analistas han discutido de si el sector se encuentra subcapitalizado y sobre expuesto a los riesgos de países con problemas de liquidez como Grecia, Portugal, Irlanda, España e Italia.
Aunque los reguladores les han concedido en repetidas ocasiones certificados de buena salud a la mayoría de los bancos europeos, los inversionistas siguen preocupados de que esconden en sus libros serios problemas, como la cartera de bonos soberanos emitidos por países como Grecia.
Muchos analistas, no obstante, le restaron importancia al desplome de las acciones del sector financiero y subrayaron que la banca europea cuenta con el respaldo esencialmente ilimitado que provee el Banco Central Europeo (BCE), que otorga préstamos y acepta la deuda de los países en problemas como garantía.
"Pensamos que la actual ola de ventas no se justifica y es más un reflejo de la fragilidad del mercado", indicó la firma estadounidense de valores Sanford Bernstein en un informe distribuido a sus clientes.
Otro factor que puede haber ejercido presión sobre los bancos europeos son los informes de que las entidades que poseen bonos soberanos griegos que vencen entre 2020 y 2025 podrían ser incluidas en la reestructuración de deuda que se negocia como parte del segundo paquete de ayuda al país helénico. La propuesta actual sólo abarca los bonos que vencen hasta 2020.
Société Générale insistió que no tiene deuda soberana griega con vencimiento posterior a 2020 en sus libros. El banco ya había informado este mes que había provisionado 395 millones de euros, unos US$562 millones, contra sus ganancias del segundo trimestre para cubrir las posibles pérdidas en su portafolio de deuda soberana griega que vence de aquí a 2020.
Otro factor que contribuyó a la caída bursátil son los temores de que Francia pierda la calificación de AAA de su deuda soberana, pese que el país obtuvo un voto de confianza de las tres principales clasificadores de riesgo.
nota original
Al menos once grandes bancos europeos vieron sus acciones caer 8% o más, una señal siniestra para un sector cuyas acciones tienden a negociarse en bandas relativamente estrechas, excepto en tiempos de crisis. Los más castigados fueron los franceses. Las acciones de Société Générale SA cerraron con una caída de 15%, las de Crédit Agricole cedieron 12% y las de BNP Paribas SA 9%. El daño, en todo caso, no se limitó a los bancos franceses. En Nueva York, los ADR de Deutsche Bank retrocedieron 12% y los de Banco Santander SA 9,5%. En la Bolsa de Milán, las acciones de Intesa Sanpaolo descendieron 14%.
La avalancha vendedora a lo largo del sector fue desencadenada en parte por rumores de que Société Générale se encontraba en grandes apuros. "Rumores de un banco francés a punto de hundirse", escribió el miércoles un ejecutivo de una firma de valores estadounidense en un correo electrónico a clientes y reporteros con el siguiente encabezamiento: "UN RUMOR FRANCÉS. REITERO, UN RUMOR".
El rumor era falso. En un comunicado emitido tras el cierre de los mercados, Société Générale aseguró que gozaba de una excelente salud financiera y que había limitado su exposición a la deuda de los países del sur de Europa en aprietos. El banco parisino informó que le solicitó a los reguladores franceses investigar los rumores, que habrían afectado los intereses de los accionistas.
Société Générale ha estado combatiendo los rumores infundados durante días. El tabloide británico Daily Mail publicó el fin de semana una nota en la que afirmaba que el banco estaba en una situación "peligrosa" y al "borde del desastre". El artículo circuló ampliamente entre los corredores de bolsa.
El periódico se retractó el miércoles. "Aceptamos que eso no era cierto y ofrecemos nuestras disculpas sin reservas a Société Générale por cualquier inconveniente causado", dijo el Daily Mail en su página de Internet.
El severo impacto de los rumores en los mercados resalta el nerviosismo de los inversionistas, especialmente en todo lo que tiene que ver con el estado del sistema bancario europeo.
Por cerca de dos años, muchos inversionistas y analistas han discutido de si el sector se encuentra subcapitalizado y sobre expuesto a los riesgos de países con problemas de liquidez como Grecia, Portugal, Irlanda, España e Italia.
Aunque los reguladores les han concedido en repetidas ocasiones certificados de buena salud a la mayoría de los bancos europeos, los inversionistas siguen preocupados de que esconden en sus libros serios problemas, como la cartera de bonos soberanos emitidos por países como Grecia.
Muchos analistas, no obstante, le restaron importancia al desplome de las acciones del sector financiero y subrayaron que la banca europea cuenta con el respaldo esencialmente ilimitado que provee el Banco Central Europeo (BCE), que otorga préstamos y acepta la deuda de los países en problemas como garantía.
"Pensamos que la actual ola de ventas no se justifica y es más un reflejo de la fragilidad del mercado", indicó la firma estadounidense de valores Sanford Bernstein en un informe distribuido a sus clientes.
Otro factor que puede haber ejercido presión sobre los bancos europeos son los informes de que las entidades que poseen bonos soberanos griegos que vencen entre 2020 y 2025 podrían ser incluidas en la reestructuración de deuda que se negocia como parte del segundo paquete de ayuda al país helénico. La propuesta actual sólo abarca los bonos que vencen hasta 2020.
Société Générale insistió que no tiene deuda soberana griega con vencimiento posterior a 2020 en sus libros. El banco ya había informado este mes que había provisionado 395 millones de euros, unos US$562 millones, contra sus ganancias del segundo trimestre para cubrir las posibles pérdidas en su portafolio de deuda soberana griega que vence de aquí a 2020.
Otro factor que contribuyó a la caída bursátil son los temores de que Francia pierda la calificación de AAA de su deuda soberana, pese que el país obtuvo un voto de confianza de las tres principales clasificadores de riesgo.
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