China: ¿la próxima burbuja inmobiliaria por reventar?
BEIJING—Un reciente declive en los precios de los bienes raíces en China genera dudas sobre la vitalidad económica del país y abre el debate sobre si la economía está demasiado apalancada. Eso fue la causa de que el período posterior a la explosión de la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos y Japón fuera tan doloroso.
Apenas hace dos meses, Nicholas Lardy, experto en China, desestimó la preocupación sobre lo que denominó "la presunta burbuja de bienes raíces", durante una conferencia en el Instituto Peterson para Economías Internacionales en Washington.
Ahora, dice que un revés en el sector de vivienda podría provocar "una corrección económica muy significativa en China", una opinión compartida por otros economistas.
¿Qué ha cambiado? Primero, los expertos empiezan a darse cuenta de que buena parte del masivo crédito y gasto en paquetes de estímulo otorgados en el país en 2009 y 2010 terminó en la compra de terrenos, lo que elevó los precios de una forma insostenible. Segundo, ahora reconocen que el sistema económico chino produce burbujas de forma rutinaria y es poco probable que la tendencia cambie.
El gobierno mantiene las tasas de depósitos de los bancos muy por debajo de la tasa de inflación para beneficiar a los bancos estatales y otras firmas, que tienen el poder político de defender el status quo. Con pocas alternativas para no sucumbir a la inflación, los ahorradores chinos compran propiedades inmobiliarias, incluso si el suministro se anticipa a la demanda.
Entre 2006 y 2010, la inversión en bienes raíces creció 50% a cerca de 9% del Producto Interno Bruto de China, de acuerdo con Lardy. Durante este lapso, los precios de las propiedades en las principales ciudades chinas casi se duplicaron.
Wang Tao, economista de UBS, dice que en los próximos tres a cinco años los precios están posicionados para seguir escalando significativamente debido a la escasez de alternativas de inversión para los ahorradores chinos y a la dependencia de los gobiernos locales de la venta de terrenos como fuente de ingresos. En un punto, calcula Tao, el auge puede dar paso a un colapso del mercado.
Lardy anticipa que el ciclo sea más rápido. James Chanos, de la firma de inversión Kynikos Associates, lleva dos años advirtiendo que una crisis inmobiliaria es inminente. Por supuesto, nadie lo sabe con seguridad. Una variedad de factores podría desencadenar una venta masiva, incluyendo un alza significativa de las tasas de interés, el surgimiento de otras opciones de inversión e impuestos a la propiedad más altos.
Los cálculos de cuán grave sería el daño para China reflejan las diferentes visiones de la estructura de la economía del país.
La fortaleza del mercado inmobiliario afecta directamente las industrias de la construcción, el acero, el concreto, la energía y los electrodomésticos. En total, cerca de 50% del PIB de China está ligado a la suerte de este sector, calcula Stephen Green, economista de Standard Chartered.
Aunque un revés de ese mercado podría golpear la economía, señala Green, no sería tan devastador como cuando reventó la burbuja en EE.UU o Japón. En esos casos, el declive de los precios de los bienes raíces hizo que la deuda incobrable se inflara, desestabilizando la industria bancaria y secando el crédito.
Sin embargo, en China, muchos menos consumidores usan deuda para comprar viviendas. No existe un equivalente chino a la hipoteca de alto riesgo estadounidense.
Otros analistas aseguran que existen compras de viviendas mucho más apalancadas de lo que muestran las estadísticas oficiales.
Es difícil medir la magnitud de las compras apalancadas. En el último año, Beijing ha implementado medidas para enfriar las ventas de inmuebles. Pero pocos economistas esperan que las acciones contra la burbuja duren mucho, dada la preocupación del gobierno y el Partido Comunista sobre el crecimiento sostenido, el cual ven como la clave de la estabilidad social.
nota original
pensando el mercado forexarg
Apenas hace dos meses, Nicholas Lardy, experto en China, desestimó la preocupación sobre lo que denominó "la presunta burbuja de bienes raíces", durante una conferencia en el Instituto Peterson para Economías Internacionales en Washington.
Ahora, dice que un revés en el sector de vivienda podría provocar "una corrección económica muy significativa en China", una opinión compartida por otros economistas.
¿Qué ha cambiado? Primero, los expertos empiezan a darse cuenta de que buena parte del masivo crédito y gasto en paquetes de estímulo otorgados en el país en 2009 y 2010 terminó en la compra de terrenos, lo que elevó los precios de una forma insostenible. Segundo, ahora reconocen que el sistema económico chino produce burbujas de forma rutinaria y es poco probable que la tendencia cambie.
El gobierno mantiene las tasas de depósitos de los bancos muy por debajo de la tasa de inflación para beneficiar a los bancos estatales y otras firmas, que tienen el poder político de defender el status quo. Con pocas alternativas para no sucumbir a la inflación, los ahorradores chinos compran propiedades inmobiliarias, incluso si el suministro se anticipa a la demanda.
Entre 2006 y 2010, la inversión en bienes raíces creció 50% a cerca de 9% del Producto Interno Bruto de China, de acuerdo con Lardy. Durante este lapso, los precios de las propiedades en las principales ciudades chinas casi se duplicaron.
Wang Tao, economista de UBS, dice que en los próximos tres a cinco años los precios están posicionados para seguir escalando significativamente debido a la escasez de alternativas de inversión para los ahorradores chinos y a la dependencia de los gobiernos locales de la venta de terrenos como fuente de ingresos. En un punto, calcula Tao, el auge puede dar paso a un colapso del mercado.
Lardy anticipa que el ciclo sea más rápido. James Chanos, de la firma de inversión Kynikos Associates, lleva dos años advirtiendo que una crisis inmobiliaria es inminente. Por supuesto, nadie lo sabe con seguridad. Una variedad de factores podría desencadenar una venta masiva, incluyendo un alza significativa de las tasas de interés, el surgimiento de otras opciones de inversión e impuestos a la propiedad más altos.
Los cálculos de cuán grave sería el daño para China reflejan las diferentes visiones de la estructura de la economía del país.
La fortaleza del mercado inmobiliario afecta directamente las industrias de la construcción, el acero, el concreto, la energía y los electrodomésticos. En total, cerca de 50% del PIB de China está ligado a la suerte de este sector, calcula Stephen Green, economista de Standard Chartered.
Aunque un revés de ese mercado podría golpear la economía, señala Green, no sería tan devastador como cuando reventó la burbuja en EE.UU o Japón. En esos casos, el declive de los precios de los bienes raíces hizo que la deuda incobrable se inflara, desestabilizando la industria bancaria y secando el crédito.
Sin embargo, en China, muchos menos consumidores usan deuda para comprar viviendas. No existe un equivalente chino a la hipoteca de alto riesgo estadounidense.
Otros analistas aseguran que existen compras de viviendas mucho más apalancadas de lo que muestran las estadísticas oficiales.
Es difícil medir la magnitud de las compras apalancadas. En el último año, Beijing ha implementado medidas para enfriar las ventas de inmuebles. Pero pocos economistas esperan que las acciones contra la burbuja duren mucho, dada la preocupación del gobierno y el Partido Comunista sobre el crecimiento sostenido, el cual ven como la clave de la estabilidad social.
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