Una ola de indignados barrió la península - CIENTOS DE MILES DE PERSONAS TOMARON LAS PRINCIPALES ARTERIAS DE OCHENTA CIUDADES ESPAÑOLAS

Los manifestantes protestaron contra los nuevos recortes a los subsidios por desempleo y el aumento del IVA, convocados por las principales centrales sindicales, el Movimiento 15M y otras organizaciones sociales.



España se vio sacudida por una marea humana que manifestó su rechazo hacia los recortes impuestos por el gobernante Partido Popular. Cientos de miles de personas tomaron las principales arterias de 80 ciudades españolas, en la primera gran manifestación nacional contra el más reciente ajuste del gobierno de Mariano Rajoy, horas después de la aprobación del paquete de medidas en el Congreso de los Diputados. Los manifestantes desbordaron el centro de Madrid y Barcelona en respuesta a la convocatoria de las grandes centrales sindicales Comisiones Obreras (CC.OO.) y Unión General de Trabajadores (UGT), apoyada también por organizaciones sociales, otros gremios y el movimiento de indignados, en una muestra de unidad pocas veces vista hasta ahora. Hartos de tener que pagar el costo de la crisis, miles de ciudadanos hicieron suyas las calles, de norte a sur –en Bilbao, Vigo, Sevilla y Valencia, entre otras localidades–, para sumar sus fuerzas a los empleados públicos, sector que lleva una semana protestando.

Bajo el lema “la cultura no es un lujo”, actores, directores y trabajadores del mundo de la cultura fueron los primeros en manifestarse en Barcelona y Madrid, frente al Ministerio de Cultura. “Se están cargando el futuro de una generación”, afirmó el actor Javier Bardem, al rechazar las medidas del gobierno, entre las que figura una suba del IVA que afecta al sector. Benjamín Prado, poeta, letrista con Joaquín Sabina y novelista, leyó junto a Marta Sanz el manifiesto de la movilización unitaria de Madrid contra las medidas de ajuste del gobierno del Partido Popular. “Yo creo que si alguna vez la expresión ajuste de cuentas ha tenido un doble sentido, es ésta –dijo en una entrevista con el diario Público de España–. Es verdad que en el plano de la economía hay cuentas que ajustar en un país que ha hecho las cosas mal y bajo diferentes siglas, pero también se están ajustando las cuentas de otras asignaturas que creía tener pendiente la derecha feroz de este país, a la que representan Guindos, Montoro y Mariano Rajoy.”

“Los ajustes de cuentas son aceptables en el mundo de las bandas organizadas pero no en el de la política”, explicó Prado ante Público, poco antes de comenzar la manifestación. “Fumigando a todos los profesionales por buenos que sean de los medios de comunicación, de la cultura y de otros ámbitos, por el mero hecho de no compartir ideología con ellos, también están aprovechando la crisis para resolver lo que ellos consideran un problema moral e incluso histórico de España”, agregó. El periodista de Diario 16 y la revista Cuadernos Hispanoamericanos, de cuya dirección acaba de ser despedido, se mostró especialmente crítico, según el diario español, con los recortes en salud y en educación, con “la criminalización de los parados”, la persecución salarial de los funcionarios y las medidas económicas que golpean a los sectores más frágiles de la sociedad, excluyendo a los privilegiados: “Ahora aprovechan la crisis para llevar a cabo una tarea de exterminio de la sociedad democrática. En lugar de arreglar el jardín, lo están quemando”.

En Madrid, antes del inicio de las marchas, los líderes de CC.OO. y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, respectivamente, exigieron al gobierno que rectifique las políticas de austeridad bajo la amenaza de más movilizaciones. Toxo exigió a Rajoy un referéndum para convalidar sus medidas. “Está incurriendo en un fraude democrático al tomar decisiones que no estaban en su programa”, dijo. Bomberos, policías, profesores, empleados del sector sanidad, estudiantes, profesionales y desocupados acompañaron la protesta, que reclamó la dimisión de Rajoy y una huelga general. La misma imagen se repitió en Barcelona, donde la marcha llenó las calles, desde plaza Urquinaona hasta Pla del Palau, en un recorrido de unas diez cuadras. Según los organizadores, la manifestación reunió a 400.000 personas, aunque la policía barcelonesa rebajó la participación a 40.000.

“Tenemos que parar estas medidas, estamos en un Estado de excepción, se han saltado todos los derechos que conseguimos”, afirmaba Diego Caballero, un bombero de 48 años de Barcelona. “Están atacando a la gente más desfavorecida, que no podrá subsistir”, apuntó Ismael, policía nacional, quien cree que la protesta irá a más y será peor. El último ajuste impuesto por el PP es la contrapartida a las ayudas de sus socios europeos, que exigen a España rebajar el déficit público del actual 8,9 al 2,8 por ciento en 2014 a base de un tijeretazo inédito en la Península Ibérica. En su intervención contra el ajuste, el líder del Partido Socialista (PSOE), Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró que es humillante que el Bundestag debata las condiciones del rescate a España y en el Parlamento español no se discuta este asunto.

“Los mercados han leído perfectamente sus medidas económicas y han dicho: ‘Esto es lo peor’”, aseguró Rubalcaba, quien pidió a Montoro que tome un avión a Bruselas y diga que los recortes son una barbaridad. El líder de los socialistas también reprochó al gobernante PP que haya engañado a los ciudadanos con las promesas de campaña de Rajoy de que no pensaba aumentar los impuestos. “O ustedes pensaron que cambiando el gobierno bajaba la prima de riesgo, y son unos incompetentes o mintieron a los españoles”, sostuvo.

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