Trabas comerciales frustran a los importadores en Argentina (la misma politica que aplican europeos y americanos)

BUENOS AIRES—La aplicación de políticas de sustitución de importaciones en Argentina convierte al país sudamericano en uno de los más proteccionistas del mundo.

Las normas esencialmente promueven el reemplazo de productos importados por bienes hechos nacionalmente, con la idea de impulsar la industria interna y reducir los costos de las importaciones.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner apoya sin tapujos las políticas de sustitución como una forma de generar y proteger empleos locales. Eso ha llevado a prohibiciones periódicas a la importación de queso francés, teléfonos iPhone, computadoras Apple, autos BMW e incluso muñecas Barbie. Hace poco, el gobierno retuvo en la aduana un millón de libros para coaccionar a las editoriales a imprimirlos en el país, indican fuentes. Argentina suele bloquear o retrasar importaciones para impulsar su superávit comercial y obligar a empresas extranjeras a fabricar sus productos en el país.
El mes pasado, la Unión Europea se quejó de que Argentina limitaba las importación de unos 600 productos, según un informe de la Organización Mundial del Comercio.
Funcionarios argentinos del sector comercial prefirieron no hacer comentarios para este artículo.
Tras una prohibición a la importación de sus teléfonos inteligentes Blackberry, su fabricante, Research In Motion Ltd. (RIM), indicó en julio que se asociaría con Brightstar Corp. para ensamblar sus populares teléfonos en la remota provincia argentina de Tierra del Fuego. RIM prefirió no dar entrevistas y Apple Inc. no respondió pedidos de comentarios.
Muchos gobiernos impusieron barreas comerciales luego de que la crisis financiera de 2008-2009 causara estragos en los balances comerciales globales. Pero Argentina se destaca debido al alcance, la profundidad y la naturaleza no oficial de sus barreras comerciales.
Argentina suele recurrir a lo que Simon Evenett, un profesor de economía de la Universidad de St. Gallen en Suiza, y su colega Richard Baldwin llaman "proteccionismo turbio". Dichas barreras son edictos verbales —o amenazas, afirman algunos ejecutivos— que realiza por teléfono o en persona el secretario de Comercio Guillermo Moreno y otros funcionarios del gobierno a importadores. Los ejecutivos suelen acceder, por temor a que el gobierno tome represalias a través de la agencia de recaudación de impuestos, demandas judiciales o algún otro medio.
"Ningún país implementó más medidas proteccionistas en el tercer trimestre de 2011 que Argentina", sostuvo Evenett.
El país estableció 25 regulaciones proteccionistas, casi el doble que China. Rusia puso en vigencia siete, India seis y Brasil dos, indicó Evenett, quien contabiliza ese tipo de medidas para Global Trade Alert. "Desde noviembre de 2008, Argentina ha adoptado 123 medidas proteccionistas que han afectado a por lo menos 175 de sus socios comerciales", indicó. "Casi un tercio de todas las categorías de productos que importa Argentina están cubiertas por algún tipo de medida proteccionista".
Las violaciones comerciales de Argentina probablemente sean mucho mayores si se contaran todas las medidas que no están por escrito, indicó Evenett.
"Moreno llama y te dice exactamente qué puedes importar y qué no", indicó un ejecutivo de la subsidiaria local de una importante firma internacional. "El gobierno no deja rastros en papel. Todo se hace de forma verbal para que nadie se pueda quejar formalmente. Es como trabajar con la mafia"(si no te gusta te vas y listo evidentemente ganan y mucho).
Moreno no respondió los pedidos de comentarios.
Este mes, Fernández de Kirchner le dio más poder al secretario sobre el comercio al poner bajo su órbita las políticas de importación y exportación.
Hasta cierto punto, las políticas funcionan.
Los inversionistas están desembolsando US$400 millones en nuevos proyectos de manufactura en la provincia sureña de Tierra del Fuego, según el ministerio de Industria. El sector de electrónicos de la zona ahora emplea a 12.000 personas, comparado con 2.000 hace tres años.
La producción de teléfonos celulares y otros bienes en la zona le ha permitido a Argentina sustituir importaciones por un total de alrededor de US$3.000 millones, afirma el ministro.
Alrededor de 94% de los televisores LCD que se venden en Argentina son producidos en la provincia, un aumento frente a 50% en 2003. También aumentó la producción de equipos de aire acondicionado, monitores para computadoras y microondas en esa provincia, entre otros artículos.
Fernández de Kirchner busca reemplazar 45% de las importaciones actuales con productos de fabricación nacional para 2020.
En la práctica, la política significa que los socios comerciales de Argentina tienen cada vez más probabilidades de perder en su participación del mercado del país, de casi 42 millones de personas.
Mientras que algunas políticas comerciales han promovido la inversión extranjera en el sector manufacturero, otras son más inusuales. Hace unos meses, importadores de vehículos Porsche y BMW AG acordaron exportar vino, aceite de oliva e incluso arroz a cambio de obtener autorización para importar autos a Argentina. Ninguna de las empresas respondió a solicitudes de comentarios.

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